Después de la Copa América Centenario y en el mismo fin de semana en que se cerró la Eurocopa, en nuestro país el fútbol volvió a "lo nuestro".

Y el inicio de la temporada chilena tuvo de todo: goleadas como la de Palestino en Coquimbo, algunas sorpresas como el 0-0 de Ñublense a Colo Colo o la victoria de Deportes La Serena sobre Santiago Wanderers... y una escena fétida, asquerosa.

Ocurrió en Alto Hospicio. Y aunque se trataba del tradicional clásico del norte grande, los controles de seguridad fallaron. O tal vez se enfocaron en evitar el ingreso de piedras, metales, cuchillos, los elementos tradicionales para provocar violencia. Es que nadie se imaginó lo que vendría.

Lo cierto es que, en medio del partido entre Deportes Iquique y San Marcos de Arica, un pañal fue arrojado a la cancha sintética. La prenda, por cierto, estaba ya usada.

Este peculiar incidente provocó el estupor del árbitro Jorge Osorio, quien debió pedir a un funcionario de Deportes Iquique que -con evidente asco- retirara el pañal de la cancha.

A todo esto: el partido terminó 2-0 en favor de los "dragones celestes", con anotaciones de Hernán Lopes (27') y Luis Bustamante (77').

Por lo insólito, esta escena hizo recordar lo acontecido el pasado 2 de abril en Quillota: En medio del juego entre Unión La Calera y Palestino, un hincha arrojó una empanada al campo de juego. El árbitro Piero Maza recogió el peculiar proyectil, aunque sin la cara de asco del funcionario iquiqueño... Cosas de nuestro fútbol.