El mediodía del domingo, y en absoluto sigilo, el ex jefe operativo de la Central Nacional de Informaciones (CNI) Alvaro Corbalán fue trasladado hasta el penal Punta Peuco, luego de estar tres meses en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS). El mayor (R) fue regresado al recinto de Tiltil, luego de que la Corte Suprema acogiera un recurso de protección a su favor y ordenara al director metropolitano de Gendarmería continuar con el proceso de revisión de traslado y estableciera que era arbitraria la decisión de mantenerlo en la CAS.
Sin embargo, Corbalán -quien cumple condena por diferentes violaciones a los derechos humanos durante el régimen militar- no está del todo conforme con su regreso a Punta Peuco, penal del que fue removido a mediados de 2016, luego de que en su celda se encontrara un celular. Según explicó su abogado, Raúl Meza, este martes solicitarán una reunión con el alcaide de Punta Peuco para pedir que se le restituya su antigua celda, pues fue derivado a un nuevo espacio.
"Nos reuniremos con el nuevo alcaide de Punta Peuco, Jorge Martin, para solicitarle que (Corbalán) vuelva a su antigua celda, en la cual ha permanecido los últimos 25 años de condena y la cual está acondicionada de acuerdo a las diversas patologías que le afectan. A su llegada al penal fue destinado a un módulo de primerizos, cercano a las canchas y sin ninguna comodidad para internos afectados por enfermedades crónicas. Además, todos sus artículos personales, televisor, guitarra, libros y otros siguen en su antigua celda", señaló Meza.
En ese sentido, Corbalán también emprenderá acciones civiles contra funcionarios de la entidad penitenciaria por no haberlo trasladado a Punta Peuco.
"Iniciaremos acciones penales y civiles en contra de los funcionarios de Gendarmería y del Ministerio de Justicia por los tratos inhumanos, crueles y degradantes que se le dieron durante su permanecía en la CAS", agregó el abogado Meza.
La presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (Afep), Alicia Lira, sostuvo que "pedir el cambio a Punta Peuco da cuenta de que esta no es una cárcel cualquiera, como han dicho algunos. Hay un trato especial. Eso es reírse de la tragedia y del dolor de los familiares, quienes no estamos recibiendo buenas señales de la justicia por los crímenes cometidos".