La cordillera de los Andes propició la rica biodiversidad de América del Sur, un papel que hasta el momento se atribuía principalmente al río Amazonas, dice un estudio en el que han participado investigadores españoles.
El estudio, dirigido por la española Isabel Sanmartín, del Real Jardín Botánico, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con el sueco Alexandre Antonelli, de la Universidad de Gotemburgo, concluye que el levantamiento de los Andes fue "el evento más importante" de la evolución biogeográfica de la flora en América del Sur.
"No sólo favoreció la diversificación de especies de montaña sino que también afectó a los animales y plantas de las llanuras amazónicas", dice el estudio, debido a que "modificó el sistema de drenaje de la cuenca amazónica dando lugar a la formación de nuevos lagos y cambiando el curso de los ríos".
El CSIC ha informado hoy de este estudio, publicado en la revista "Proceedings of the National Academy of Sciences" (PNAS) y reseñado en "Science", y que también aporta datos sobre la existencia de dos eventos geológicos prehistóricos "muy discutidos": el lago Pebas y el portal occidental de los Andes.
Según el trabajo, estas dos barreras geográficas habrían impedido el paso de animales y plantas hacia América del Sur, hasta que, a mediados del Mioceno (hace unos 23 millones de años), se produjo el levantamiento de la cordillera oriental de los Andes, lo que abrió el camino de todas las especies hacia esa zona del continente americano, al actuar como una especie de pasillo.
La región del neotrópico (que, además de América del Sur, incluye Caribe y Centroamérica) tiene los bosques húmedos tropicales más grandes del planeta, sin embargo, no se conocen con exactitud los procesos responsables de esta diversidad, según Sanmartín.
Tradicionalmente, la comunidad científica ha achacado la riqueza neotropical a factores ecológicos (luminosidad, temperatura y humedad).
Estas teorías, dijo Sanmartín, apuntaron en un primer momento al río Amazonas como dinamizador de la región y, en los últimos años, han comenzado a reconocer la influencia de la cordillera de los Andes, aunque "como un hecho puntual".
LA IMPORTANCIA DE LA PLANTA DEL CAFÉ
La hipótesis que defiende este estudio reivindica un papel más importante para la cadena montañosa.
Sus conclusiones se han basado en el estudio evolutivo de la familia de plantas Rubiaceae, de la que procede la planta del café.
Los autores han analizado secuencias de ADN de los vegetales, combinando los resultados con evidencias geológicas, paleontológicas o climatológicas.
Los datos obtenidos en la investigación sugieren que las Rubiaceae migraron desde Laurasia (Europa, Norteamérica y Asia) hacia América del Sur a mediados del Terciario, hace unos 40 millones de años.
Para ello, se aprovecharon del levantamiento de los Andes del Norte, según los investigadores, donde permanecerían hasta el Mioceno.
Según este trabajo, el hecho de que las Rubiaceae no se dispersaran hacia el sur de los Andes hasta el Mioceno parece avalar la existencia del portal occidental de los Andes, una barrera geográfica a la altura del sur de Ecuador.
De confirmarse su existencia, el portal habría impedido el paso de especies entre ambos sectores de la cordillera hasta que se produjo el levantamiento de la cordillera oriental de los Andes.