Corea del Norte rechazó el martes un emplazamiento del Consejo de Seguridad de la ONU por el fallido lanzamiento de un cohete de largo alcance y dijo que el acuerdo de febrero con Estados Unidos para suspender las pruebas de armas nucleares y permitir la entrada de inspectores ya no tiene efecto vinculante.   

El Consejo de Seguridad condenó la acción del viernes y advirtió sobre nuevas medidas si Pyongyang vuelve a conducir otra prueba nuclear, dejando en evidencia el temor a que se repita un patrón iniciado en el 2009.   

"Rechazamos firme y totalmente la irracional conducta del Consejo de Seguridad de la ONU de violar (nuestro) derecho legítimo a lanzar satélites", dijo Corea del Norte en un comunicado emitido por la agencia oficial de noticias KCNA.   

La acción en la ONU fue planificada por Estados Unidos con una intención hostil para negar al país su derecho a conducir investigaciones espaciales pacíficas, agregó el documento.     

"Como Estados Unidos violó el acuerdo del 29 de febrero entre la DPRK y Estados Unidos a través de sus manifiestos actos hostiles, ya no estaremos comprometidos con él", sostuvo el comunicado, en referencia a un pacto para establecer una moratoria de las pruebas nucleares y de misiles a cambio de recibir ayuda en alimentos.   

"Por lo tanto podemos tomar las represalias necesarias y estamos libres del acuerdo", sostuvo Pyongyang, sin especificar qué medidas decidirá. El organismo de control nuclear de la ONU indicó el martes que era improbable que sus inspectores visitaran Corea del Norte después de que el país anunció que no está más comprometido con el acuerdo alcanzado con Estados Unidos.   

La Agencia Internacional de Energía Atómica (Aiea) comenzó conversaciones con Corea del Norte el mes pasado por una posible visita al país. "Considerando este anuncio, pensamos que es improbable que la agencia envíe una delegación (a Corea del Norte) en respuesta a su invitación", dijo la portavoz de la Aiea, Gill Tudor.   

Potencias como Estados Unidos, Japón y Corea del Sur calificaron el lanzamiento del satélite como una prueba encubierta de un misil de largo alcance, que violó las existentes resoluciones del Consejo de Seguridad que colocan a Pyongyang bajo un severo sistema de sanciones.