Corea del Norte reavivó este sábado las tensiones con Japón, Corea del Sur y los países occidentales con el anuncio de lanzamiento en diciembre de un "satélite de observación terrestre" mediante un cohete de largo alcance.
¿La razón? Se trata del segundo intento de Corea del Norte este año de lanzar un cohete de largo alcance, después del fracaso de un lanzamiento realizado en abril, cuando el aparato estalló poco después del despegue y que fue considerado por la comunidad internacional como un ensayo camuflado de un misil nuclear.
Según una nota del Comité Coreano de Tecnología Espacial -que divulgó la agencia de noticias oficial KCNA- el nuevo intento se llevará a cabo entre el 10 y el 22 de diciembre. Asimismo, la nota añade que los científicos analizaron el fracaso de abril y "profundizaron el trabajo para mejorar la fiabilidad y precisión del satélite y del cohete de lanzamiento".
El mismo comunicado afirmó que la tentativa sigue "estrictamente" las normas internacionales sobre lanzamiento de satélites. "Ha sido elegida una ruta de vuelo segura para que las partes del cohete que puedan caer durante el lanzamiento no afecten a países vecinos", aseguró.
REACCIONES
Inmediatamente después del anuncio, el ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur condenó al lanzamiento y lo consideró un "acto de provocación" que desafía las resoluciones de la ONU.
Por su parte el gobierno de Estados Unidos advirtió que el lanzamiento constituiría una "gran provocación" y que desestabilizaría la península coreana. "El lanzamiento del 'satélite' norcoreano podría ser un acto altamente provocativo que amenazaría la paz y la seguridad en la región", dijo la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.
Japón también anunció que aplazará sus conversaciones diplomáticas con Corea del Norte, pocos días antes de la reunión prevista en Pekín entre altos diplomáticos de ambos países, indicó la agencia Kyodo.
VIOLACION DE LA LEGALIDAD INTERNACIONAL
Corea del Norte insiste en que se trata de una misión puramente "pacífica y científica", que se propone colocar en órbita un satélite de observación. Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos asegura que se trata en realidad de una prueba para un misil balístico intercontinental capaz de llevar una cabeza nuclear.
En este caso, el lanzamiento violaría las resoluciones de la ONU aprobadas tras las pruebas nucleares realizadas por Corea del Norte en 2006 y 2009.
Para el gobierno estadounidense, el cohete que Corea del Norte pretende usar para el lanzamiento del satélite es en realidad una variante del misil balístico Taepodong-2, que los científicos norcoreanos han estado desarrollando durante años sin haberlo probado con éxito.
DESESTABILIZAR PENÍNSULA COREANA
El gobierno de Corea del Sur ha insistido en los últimos meses que el vecino del norte quiere desestabilizar la situación en la península coreana antes de las elecciones presidenciales del 19 de diciembre. "Alertamos enérgicamente que si el Norte sigue adelante con el lanzamiento, se enfrentará a fuertes medidas de represalias de la comunidad internacional", afirmó el sábado una nota oficial de la cancillería surcoreana.
Para el profesor Yang Moo-Jin, de la Universidad de Estudios Norcoreanos, de Seúl, el lanzamiento fue programado para coincidir con el primer aniversario de la llegada al poder de Kim Jong-un tras de la muerte de su padre, Kim Jong-Il, el pasado de 17 de diciembre.
"Planean el lanzamiento del cohete como una especie de pirotecnia de celebración. Corea del Norte se sintió humillada cuando fracasó el intento de lanzamiento de abril y Kim Jong-un piensa que eso debe ser corregido", apuntó.
No obstante, la propia Corea del Sur tenía previsto realizar su propia prueba de lanzamiento de un cohete para lanzar satélites, pero en el último minuto el intento fue suspendida por problemas técnicos. Por el momento no se ha fijado una nueva fecha.