El líder norcoreano, Kim Jong-il, está dispuesto a discutir la suspensión de las pruebas y producción de armas nucleares si se reanudan las conversaciones internacionales sobre su programa atómico.
El compromiso, realizado durante una conversación con el presidente ruso Dmitri Medvedev, parece destinado a incrementar las probabilidades de revivir el diálogo a seis bandas sobre ayuda a cambio de desarme, que se derrumbaron cuando Corea del Norte abandonó la negociación en el 2008.
"Kim Jong-il expresó su disposición a volver a las conversaciones a seis bandas sin condiciones previas", dijo la vocera de Medvedev, Natalya Timakova, después de que el mandatario se reuniera con Kim en una base militar en la ciudad siberiana de Sosnovy Bor, cerca del lago Baikal.
"En el transcurso de las conversaciones los norcoreanos estarán preparados para resolver el asunto de imponer una moratoria sobre las pruebas y producción de misiles y armas nucleares", agregó.
El aislado líder norcoreano, que llegó el martes a la vecina Ulan-Ude en un tren blindado para concretar su primera visita a Rusia en nueve años, no habló con los periodistas tras la reunión, celebrada a unos 4.420 kilómetros al este de Moscú.
Estados Unidos y Corea del Sur han pedido a Corea del Norte que acceda a una moratoria nuclear antes de que se reanuden las conversaciones multilaterales. Pero las declaraciones de Timakova sugieren que Kim no quería discutir la moratoria antes de volver a la mesa de negociación, en la que también participan Rusia, China y Japón.
Moscú y Pekín han sugerido una rápida reanudación de las conversaciones. Seúl, Washington y Tokio dicen que están dispuestos a retomar el diálogo en el punto en que quedaron, pero insisten en que Pyongyang debe demostrar una clara intención con respecto a la desnuclearización.
CONVERSACIONES SECRETAS
La hora y el día de la reunión entre Kim y Medvedev se mantuvo en secreto hasta último momento por parte del Kremlin y Pyongyang. Kim, que llevaba una chaqueta militar y pantalones color caqui al momento de la cita con Medveded, llegó a la base militar en un Mercedes negro. El líder norcoreano pasó el martes navegando en el lago Baikal, dijo la agencia estatal de noticias de Corea del Norte.
"Gracias por la especial atención y cuidado de su parte, señor Presidente, hemos tenido un feliz viaje", dijo a su llegada a la cita Kim, de 69 años. El líder autocrático ha pedido ayuda a las potencias regionales en los últimos meses para su empobrecida nación, que lucha con inundaciones y sanciones económicas, y ha dejado Corea del Norte para visitar China tres veces en menos de dos años.
Rusia anunció el viernes que, dado el "severo déficit" de alimentos de Corea del Norte, enviaría 50.000 toneladas de grano a esa nación a finales de septiembre.