El ministro surcoreano de Asuntos Exteriores, Yun Byung-se, aseguró haber pedido la mediación de Rusia y China para poder convencer a Corea del Norte de que ponga fin a sus provocaciones militares, en un momento de elevada tensión en la península.
"A través de una estrecha colaboración con Rusia y China, el Gobierno surcoreano continúa realizando esfuerzos para persuadir a Corea del Norte de que cambie su actitud", detalló Yun durante un comité parlamentario, en declaraciones recogidas por la agencia Yonhap.
Además, Yun desveló que la comunidad internacional se encuentra unida "de manera coherente y decidida" frente a "las amenazas y provocaciones, los ensayos nucleares y el lanzamiento de misiles" de Pyongyang.
Corea del Norte, cuyo aislamiento es cada vez más pronunciado, cuenta con Rusia y China como casi sus únicos aliados, sobre todo en el aspecto económico, aunque se desconoce la capacidad de ambas potencias para frenar las intenciones del régimen de Kim Jong-un.
Fuentes militares creen que Corea del Norte puede realizar en cualquier momento una prueba de misiles de alcance intermedio, lo que ha elevado el estado de alerta del mando conjunto de las fuerzas surcoreanas y estadounidenses y de Japón, que por su parte ha desplegado sistemas antimisiles.
Según imágenes recogidas en los últimos días, se cree que Pyongyang ha trasladado a lanzaderas móviles de su costa oriental misiles de alcance intermedio con un alcance estimado de entre 3.000 y 4.000 kilómetros.
En esta situación, el Gobierno surcoreano y expertos no descartan que Corea del Norte pueda llevar a cabo uno o varios lanzamientos de prueba esta semana o la próxima con motivo de la conmemoración, el 15 de abril, del aniversario del fundador del país, Kim Il-sung.
Ante la imprevisible respuesta de Pyongyang, el ministro de Defensa surcoreano adelantó hoy que su esquema de coordinación militar con EE.UU. se encuentra "completamente operativo", a la espera de recibir en Seúl, el próximo viernes, al secretario de Estado de EE.UU., John Kerry.