Corea del Sur refuerza seguridad fronteriza en medio de tensión con Pyongyang

El Presidente surcoreano, Lee Myungbak, ha instado a establecer una defensa "impenetrable" en la frontera con Corea del Norte en medio de la tensión entre ambos países tras el enfrentamiento marítimo de la semana pasada, informó hoy un diario militar en Seúl.

En una carta publicada en el Diario de Defensa, dirigido a las Fuerzas Armadas de Corea del Sur, Lee sostiene que "la fuerza militar deben responder ante cualquiera que dañe la dignidad del país".

Según el presidente surcoreano, las fronteras terrestres y marítimas del país, así como el espacio aéreo, "deben tener una defensa impenetrable, sin ninguna fisura".

"Cuando la seguridad sea sólida, la economía se recuperará más rápidamente y se acelerarán la paz y la reconciliación en la península coreana, así como los intercambios entre las dos Coreas", agrega Lee.

La carta del mandatario surcoreano se publicó en medio de la tensión entre ambos países a raíz del intercambio de disparos entre barcos militares el pasado martes en la disputada frontera en el Mar Occidental (Mar Amarillo).

Según Seúl, en el enfrentamiento murió un marino norcoreano y otros tres resultaron heridos, mientras que no se informaron de bajas en la parte surcoreana.

Corea del Sur asegura que un barco norcoreano entró en aguas surcoreanas e ignoró las advertencias, lo que llevó al intercambio de disparos, mientras que Pyongyang dice que fueron varios buques surcoreanos los que atacaron a uno de sus barcos en aguas de Corea del Norte.

En su mensaje, el presidente surcoreano insiste además en la necesidad de que Corea del Sur acelere su contribución a la seguridad global y a la lucha contra el terrorismo.

"Tenemos que jugar un papel activo en las áreas de seguridad, incluidos los esfuerzos en la lucha contra el terrorismo y para establecer la paz mundial", recalcó Lee.

A finales de octubre Seúl anunció el envío de cerca de 200 soldados a Afganistán con el objetivo de proteger a sus trabajadores civiles en los programas de reconstrucción y, al mismo tiempo, aumentar su papel internacional.

En 2007, Corea del Sur retiró a más de 200 militares, médicos e ingenieros que mantenía desplegados en este país tras el asesinato de dos civiles surcoreanos que habían sido secuestrados por los talibán.