El lunes pasado, el ex alcalde de Recoleta Gonzalo Cornejo llegó hasta las oficinas del Servicio Electoral para poner fin a su militancia en la Unión Demócrata Independiente (UDI). Al día siguiente vencía el plazo para que dejaran sus respectivos partidos políticos aquellos candidatos parlamentarios que quieren competir como independientes.
La notificación de la desafiliación de Cornejo llegó ayer a la sede gremialista, en Providencia, antes de la reunión de directiva. Fue allí donde interpretaron de inmediato la decisión del ex edil como una amenaza al partido para competir como independiente.
Esa determinación está cruzada por situaciones: 1. La vinculación de Cornejo con las irregularidades indagadas en el denominado caso GMA, que le impidió tener el apoyo de su colectividad para repostularse a la alcaldía el año pasado. 2. La investigación que afecta a la diputada UDI Claudia Nogueira, esposa del ex edil, por supuesto fraude al Fisco en la contratación de sus asesores parlamentarios.
El proceso contra Nogueira, a cargo de la Fiscalía de Valparaíso, tiene en incertidumbre el apoyo de la UDI a la repostulación de la diputada por Recoleta. En ese contexto, una candidatura de Cornejo podría tener un doble efecto, al complicar a la UDI en un distrito clave e intentar forzar el respaldo del partido a Nogueira.
MILITANTE HISTÓRICO
En 1983, su compañero de carrera, el hoy diputado Gonzalo Uriarte, invitó a Cornejo a fundar el movimiento gremial en la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales. Al grupo se unirían los también diputados Marcelo Forni y Felipe Salaberry.
En 1990 -y con el apoyo de Jaime Guzmán- el abogado asumió como presidente de la juventud UDI. En 1997 fue fichado como jefe de campaña del ex diputado por Recoleta Cristián Leay, quien planeaba cederle su cupo el 2001. Su destino, sin embargo, fue la alcaldía de esa comuna, donde, con el eslogan "El Cornejo de la suerte", obtuvo en noviembre de 2000 un sorpresivo triunfo, con el 28,9%.
En 2004 fue reelecto con un 48%, lo que marcó un punto de inflexión en su relación con el partido. Cornejo comenzó a presionar por espacios y forzó a la UDI a llevar a su esposa como candidata a diputada en 2005.
Sus triunfos electorales lo transformaron en uno de los "nuevos rostros" de la UDI, junto a Gustavo Hasbún y Carolina Plaza. Fue con la alcaldesa de Huechuraba con quien forma dupla política. Ambos, además, están cuestionados por contratar asesorías irregulares con la empresa GMA.
"Estas son mis manos, puedo jurar que están limpias", señaló Cornejo, tras su vinculación con el caso. El escándalo, sin embargo, le significó perder algunos apoyos en el partido, lo que le impidió repostularse. En la UDI, en todo caso, reconocen que una campaña parlamentaria de Cornejo en Recoleta terminaría en una elección holgada, lo que podría significar su regreso a la arena política.