Corte Constitucional rechaza impuesto al carbono en Francia
<p>La norma fue refutada por tener "demasiadas excepciones", lo cual es "contrario al fin de la lucha contra el cambio climático". Un nuevo proyecto de ley se enviará en enero.</p>
El gobierno francés anunció que enviará un nuevo proyecto de ley en enero sobre el impuesto al carbono para combatir el calentamiento global, "una prioridad del presidente Nicolas Sarkozy", tras el rechazo de la Corte Constitucional a la medida anunciada hoy.
El gobierno anunció la adopción del impuesto destinado a reducir a un cuarto las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050, aplicable a partir del 1 de enero próximo. Horas más tarde, el Consejo Constitucional rechazó la norma porque tiene "demasiadas excepciones", lo cual es "contrario al fin de la lucha contra el cambio climático", además de producir disparidad fiscal.
Los jueces de la corte que vela por el cumplimiento de la Constitución se pronunciaron de ese modo al recurso presentado el 22 de diciembre por un grupo de legisladores de la oposición socialista.
Tras conocerse el fallo, el primer ministro, Francois Fillon, emitió un comunicado en el cual informa que "tomo acto de la invalidación" de la norma y anunció un nuevo proyecto de ley será presentado en enero, en el "marco de la ley de finanzas rectificativa sobre las inversiones futuras".
Fillon destacó que la medida es "una prioridad del presidente Nicoals Sarkozy y del gobierno".
La iniciativa significa hacer pagar a los ciudadanos sus propias emisiones de carbono, producidas, sobre todo, por automóviles y calefacción, a fin de incentivarlos a contaminar menos. Y para evitar que la nueva tasa incida negativamente sobre el poder adquisitivo de las familias francesas, el gobierno pensó en compensaciones fiscales diversas en base al lugar de residencia y al número de las personas a cargo, aunque no siempre se traducirán en el "impacto cero" prometido para los presupuestos familiares.
Los impuestos al carbono costarán en la primera fase 17 euros por tonelada de Co2 (cifra destinada a subir con el curso de los años) y para los consumidores significará un aumento del precio de la nafta de 4 centavos el litro y del del gasoil de 4,5 centavos. Las compensaciones prevén una deducción fiscal de 46 euros para cada adulto residente en zona urbana y de 62 euros para quien, en cambio, vive en zonas rurales. A estas sumas se agrega para todos 10 euros por cada persona a cargo, mientras que los no imponibles se beneficiarán de una "asignación verde".
Según los cálculos efectuados por el Ministerio de Ambiente de París, una pareja con dos niños que vive en la campiña en una casa de 160 metros cuadrados calienta a gasoil y cada año para recorrer 18 mil kilómetros en un vehículo diesel desembolsará 143 euros al año para redimir su cuota de Co2.
El estado le repondrá 142 euros. No será ciertamente un euro menos el que haga la diferencia. En tanto, un soltero que vive en la ciudad, en un departamento de 60 metros cuadrados calienta a gas y va al trabajo en autobús, pagará 31 euros de impuesto, pero el estado prevé reembolsarle 46. Entonces, gana el que contamina menos, aunque el gobierno prometió no aumentar los impuestos a todos los franceses.
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