En un inédito fallo, la Corte de Apelaciones de Santiago acogió un recurso de protección contra Banco de Chile por un caso de "phishing". La afectada es es una estudiante a quien le robaron, mediante giros en su tarjeta de crédito, en abril de este año, un total $ 1,9 millones.
El tribunal ordenó al Banco de Chile a cesar los cobros y no enviar sus datos al registro de morosos. Ello, al considerar que los giros fueron a través de los propios medios que entrega el banco para el desarrollo de sus operaciones electrónicas "sin que operaran los resguardos o mecanismos de control que a ella le caben en relación a los fraudes de terceros". Por tanto "no resulta sostenible que se libere de toda responsabilidad ante su contratante y pretenda, por medio de los consiguientes e incesantes cobros, imponerle a ésta la pérdida patrimonial".
Según el fallo, el banco "atenta contra los derechos a la salud psíquica y de propiedad de la recurrente y, además, no cuenta con los mecanismos de seguridad que eviten que sus clientes sean víctimas de este tipo de fraude". Agrega que si bien el usuario "pudiese precaverse", es el banco el que debe "extremar las precauciones que eviten los errores, interferencias o derechamente fraudes en el sistema por parte de terceros ajenos". El banco en cuestión no se refirió al tema.