La Corte Suprema de Justicia argentina confirmó hoy la pena de prisión perpetua impuesta a uno de los asesinos del fotógrafo José Luis Cabezas, muerto en 1997, informaron fuentes judiciales.
El supremo tribunal confirmó la sentencia impuesta a Sergio Gustavo González, uno de los integrantes de la denominada "banda de Los Horneros", responsables del crimen.
El alto tribunal declaró inadmisible un recurso de apelación y mantuvo vigente la sentencia condenatoria de la Cámara Penal de la ciudad bonaerense de Dolores, según informó el Centro de Información Judicial (CIJ), que depende de la Corte Suprema.
González, que está en libertad, había sido condenado a la pena de prisión perpetua como "coautor del delito de sustracción de persona agravada por la muerte de la víctima en concurso ideal con homicidio simple, por dolo eventual, en calidad de copartícipe primario", recordó el CIJ.
De los ocho condenados por el crimen del reportero gráfico siguen en prisión el ex comisario de policía Alberto Gómez y Gustavo Prellezo, sindicado como el autor material del asesinato, mientras los restantes gozan de libertad condicional.
Entre estos beneficiados, además de González, está Gregorio Ríos, jefe de custodia del empresario Alfredo Yabrán, quien se suicidó en 1999, cuando la policía lo buscaba como instigador del asesinato a balazos de Cabezas, cuyo cadáver fue hallado el 25 de enero de 1997.
El cadáver de Cabezas fue encontrado calcinado y con las manos esposadas dentro de un automóvil arrojado al fondo de una fosa situada a las afueras de la ciudad balneario de Pinamar, a 350 kilómetros al sur de Buenos Aires.
Yabrán, quien tenía fuertes vínculos con el poder político y mantenía un bajo perfil ante la opinión pública, tenía gran influencia en Pinamar.
La única relación que se estableció entre el empresario y Cabezas fue que el reportero le tomó sin autorización una fotografía a Yabrán en la playa, que luego se publicó en la portada del semanario Noticias, donde trabajaba la víctima.
La Justicia determinó que la banda de delincuentes denominada "Los horneros" secuestró y mató a Cabezas en complicidad con policías y por orden del jefe de la custodia del empresario.