Nueve estanques que suman una capacidad de 54.000 metros cúbicos y que están dispuestos en las comunas de La Reina, Peñalolén, La Florida, La Pintana y Puente Alto, forman parte del plan de seguridad con el que Aguas Andinas busca reforzar el abastecimiento de agua potable en la ciudad de Santiago. Según la empresa, se prevé que las obras, que comenzaron entre julio y agosto de este año -y que ya presentan un 30% de avance- estén listas para el primer semestre de 2018,
De este modo, las faenas, que son complementarias a la reserva de agua cruda en Pirque -que acaba de ser aprobada por la Comisión Evaluadora Ambiental de la Región Metropolitana-, elevarán la autonomía del servicio de distribución de nueve a once horas, convirtiéndose en un intermedio a la fase II de las obras de seguridad, con la que la firma pretende alcanzar 32 horas de funcionamiento independiente en caso de eventos de turbiedad.
Cristian Schwerter, gerente de ingeniería de Aguas Andinas, explicó que "estas obras forman parte de nuestro plan de inversiones 2015-2020, que prevé una inversión total de US$ 830 millones, y buscan garantizar la continuidad del servicio que prestamos día a día, incluso en situaciones adversas".
Simultáneamente a la construcción de los estanques, la empresa también se encuentra trabajando en habilitar 17 pozos con una capacidad de 500 litros por segundo.
Cabe recordar que en los últimos años se ha registrado un aumento en los episodios de cortes de agua, debido a lluvias en la precordillera con isoterma cero altas, los que pueden provocar aludes en los afluentes del Maipo y elevar la turbiedad del río a niveles extremos. Uno de estos episodios ocurrió en abril de este año, donde 27 comunas de la Región Metropolitana permanecieron sin agua por cerca de 24 horas.
Para Michel De L'Herbe, experto en emergencias, el incremento en dos horas de la autonomía de suministro de agua es un avance y establece un estándar aceptable para la Región Metropolitana.
"Siempre debemos pensar que estos sistemas están sujetos a fallas. Por lo tanto, ninguna robustez va a reemplazar la responsabilidad que los ciudadanos debemos tener en cuanto a preparación de estas contingencias".
De L'Herbe agrega que las familias deben acostumbrarse a tener reservas de líquido por 72 horas. "Esta cifra no es al azar, es la recomendación internacional. Se habla de dos litros de agua por personas diariamente".
Las otras fases
En cuanto al proyecto principal, la Fase I está en funcionamiento desde enero de 2014 y según la empresa elevó en 25% las reservas de agua potable e incrementó de cuatro a nueve horas la autonomía del sistema. La fase II llegaría a 32 horas y está previsto que entre en operación durante el año 2019.
En tanto, la última etapa, Fase III, se espera que eleve a 48 las horas de autonomía de agua potable en la capital. La sanitaria entregó a la Superintendencia de Servicios Sanitarios cuatro alternativas, que se encuentran en análisis.