Corre el año 1996 y Rodrigo trabaja en un club nocturno como transformista. Chile recién despierta hacia nuevos aires y un noticiero, con espíritu algo escandalizado, registra como la policía allana este centro durante la noche. Para mala suerte de Rodrigo, que tiene 18 años, él será uno de los rostros que interceptó la cámara y todo el mundo se enterará de su furtivo trabajo en las noticias de la TV del día siguiente. Será mejor que se vaya de casa.
La historia de Locas perdidas es la captura de un período de Chile y también de una historia personal de particular singularidad. Probablemente esos fueron los atributos que finalmente le valieron el segundo lugar en la competencia Cinéfondation, que reunía 18 cortometrajes de cineastas estudiantes en todo el mundo.
La película es de Ignacio Juricic, alumno de la carrera de Cine y Televisión de la Universidad de Chile, y tiene una inspiración real, que fue recogida en el libro Bandera hueca, crónica del movimiento homosexual de Víctor Hugo Robles. En concreto, el episodio perteneció a una redada llevada a cabo por la Brigada de Delitos Sexuales en distintas discotecas y que terminó con 40 homosexuales transformistas tras las rejas. Tales asaltos policíacos fueron parte del programa Informe Especial de TVN.
En la trama de Locas perdidas conviven las descripciones sociales, la crítica a la televisión de la época y las relaciones afectivas: Rodrigo, interpretado por Andrew Bargsted, se mantiene unido al peluquero Mauricio (Rodrigo Pérez), que es 30 años mayor que él y con el que pretende escapar de casa. La filmada enteramente en la comuna de Recoleta, Locas perdidas fue seleccionada en Cannes después de pasar una selección a la que postulan más de 1500 escuelas de cine en todo el mundo.
El primer premio se lo llevó el corto Share, producción de la estadounidense Pippa Bianco sobre una muchacha que busca rehacer su vida en el colegio después de que un video donde ella luce desnuda se filtró en internet. El presidente del jurado era el destacado cineasta mauritano Abderrahmane Sissako, cuya cinta Timbuktu fue nominada este año al Oscar extranjero.