Costa Rica estrenará el próximo año un banco de ADN que servirá para resolver crímenes y reconocer víctimas, y cuya información también podrá ser compartida con terceros países en caso de una investigación internacional, informó hoy una fuente oficial.
El reglamento del "Registro de Datos de Perfiles de ADN para Identificación Humana" fue aprobado el pasado 1 de agosto por la Corte Plena y durante los próximos meses se capacitará a funcionarios, para la entrada en operación del banco a inicios del 2012, explicó a Efe un portavoz del Poder Judicial.
En el banco de ADN se registrarán perfiles genéticos obtenidos a partir del análisis de ADN durante una investigación penal, así como los perfiles genéticos que en forma voluntaria sean aportados por familiares para la identificación de cadáveres o personas desaparecidas.
Los jueces tendrán la potestad de ordenar la recolección de información genética a los sospechosos de cometer delitos con penas de más de cinco de prisión, como delitos contra la vida, sexuales y robos violentos.
El objetivo de las autoridades es llegar a comparar la información genética de sospechosos con pruebas encontradas en las escenas del crimen.
El banco "permite una mayor seguridad jurídica al intervenir. El énfasis será en delitos contra la vida, contra la integridad física, robos con violencia y delitos sexuales graves", explicó en un comunicado el presidente de la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia, José Manuel Arroyo, uno de los impulsores del proyecto.
La recolección y conservación de la información genética estará a cargo del Organismo de Investigación Judicial(OIJ) y a ella tendrán acceso jueces penales, el Ministerio Público, abogados defensores, con cláusulas de confidencialidad.
La información también podrá ser compartida con autoridades fiscales, judiciales o policiales de terceros países, en el marco de convenios internacionales.
Las muestras biológicas de sospechosos serán conservadas por un máximo de 10 años y luego serán destruidas, pero se almacenará por tiempo indefinido la información de cadáveres y la que se supone pertenece a personas desaparecidas.