En julio de 2008, con la entrega de las primeras pensiones básicas solidarias (PBS) se dio inicio a la implementación de la reforma previsional que marcó el primer gobierno de la Presidenta Miche-lle Bachelet. Poco más de medio millón de adultos mayores -552.896 para ser exactos- que no tendrían derecho a pensión comenzaron, desde entonces, a recibir un aporte estatal para su vejez.
En estos seis primeros años de vigencia si bien la emblemática iniciativa ha tenido una evaluación positiva por parte de la ciudadanía e incluso de la misma industria de AFP, el sistema ha significado un desembolso de US$ 7.830 millones para el Fisco. De ese total, el 74% se ha utilizado para financiar pensiones básicas solidarias y el resto para el Aporte Previsional Solidario (APS) que complementa las jubilaciones otorgadas por las AFP cuando el ahorro de las personas ha sido insuficiente.
Ese es el balance que arroja la versión preliminar del último Informe Anual del Consejo Consultivo Previsional, grupo de cinco expertos que tiene como mandato analizar el funcionamiento del denominado Sistema de Pensiones Solidario (SPS) y asesorar a los ministros del Trabajo y de Hacienda en las materias relacionadas con el funcionamiento del también llamado Pilar Solidario.
El consejo fue una de las instancias creadas por la Ley 20.255 que dio inicio a la reforma previsional de 2008 y se constituyó en mayo de 2009 con cinco miembros. Hoy lo integran Carlos Díaz, presidente, y los consejeros David Bravo, Andras Uthoff, Ricardo Paredes y Mónica Titze. Los cuatro primeros, coincidentemente, también integran la Comisión Bravo que evalúa cómo mejorar el sistema previsional y que deberá entregar un informe con recomendaciones de cambios en agosto del 2015.
El informe del Consejo Consultivo también revela que el Pilar Solidario está favoreciendo principalmente a las mujeres: a diciembre de 2013, el 67,67% de los beneficiarios de PBS correspondió al sexo femenino y lo mismo para el 57,6% de los APS.
5,9 MILLONES DE PENSIONES
De los datos del informe anual también se desprende que en estos primeros seis años de reforma, el Pilar Solidario ha entregado 5,9 millones de pensiones a adultos mayores de hasta el tercer quintil de ingresos. De ese total, el 61% de los beneficios corresponde a PBS, instrumento que reemplazó a la hasta entonces vigente Pensión Asistencial (Pasis).
La PBS se basa en un monto único de jubilación de por vida para los adultos mayores (desde los 65 años) pertenecientes al 60% más pobre del país, que no hayan tenido ahorros previsionales o que en caso de tenerlos, no alcancen al valor establecido en la PBS: $ 82.058. a diciembre de 2013.
El restante 39% de los beneficios del SPS corresponde al APS que se adiciona a las jubilaciones que entregan las AFP o las rentas vitalicias que gestionan las compañías de seguros. Este complemento, de cargo fiscal, eleva de forma gradual las pensiones privadas menores a $ 279.427 brutos y también lo reciben los pensionados de hasta el 60% más pobre.
El Consejo Consultivo Previsional precisa que si bien hasta mediados de 2010 la entrega de PBS iba en aumento, ese año se produjo un punto de inflexión y comenzó una disminución paulatina del mismo (ver infografía). "Los incrementos en el número de PBS pagadas registrados hasta 2010 se explican por la incorporación de un número importante de personas mayores de 65 años e inválidos que, como no cumplían con la condición de ser carentes de recursos, no tenían derecho a pensión antes de la implementación del Sistema de Pensiones Solidarias; y por el aumento sostenido en la cobertura del sistema. En los últimos años el número de PBS bajó como consecuencia de que fallecen más personas con PBS respecto del número que se va incorporando", señala el documento.
En la misma lógica, se plantea que como a futuro la mayoría de los chilenos estarán cotizando en alguna AFP, cabe esperar que se reduzca cada vez más el número de nuevos beneficiarios de PBS y aumente el de quienes acceden a APS. "Esto ocurrirá, en particular, para las mujeres con hijos y sin cotizaciones, dado que el Bono por Hijo las hará beneficiarias de APS en lugar de PBS. Así, la disminución del número de beneficiarios de PBS no es un problema del sistema, sino que un traspaso natural de beneficios desde PBS a APS", precisa el texto.
El aumento sostenido de APS es un fenómeno "conforme a la lógica del diseño del sistema", según el documento. Esto, porque hasta junio de 2009 sólo se podía acceder al beneficio si la pensión autofinanciada era inferior a $ 70.000 y si, además, el jubilado o beneficiario pertenecía al 40% más pobre de la población.
Los APS de Invalidez, en tanto, se entregaron hasta junio de 2009 a quienes financiaban una pensión de invalidez inferior a $ 60.000 y desde julio de 2009 a quienes financiaban una pensión inferior a $ 75.000.
Además, desde 2011 se observa una leve disminución del número de PBS de Invalidez y un aumento del número del APS correspondiente. Esto se debió a que el Instituto de Previsión Social (IPS) regularizó la situación de los beneficiarios de PBS con saldos en AFP, suspendiéndoles su pensión básica y otorgándoles APS.
El sistema partió cubriendo al 40% más pobre de la población; en julio de 2009 alcanzó al 45%; desde septiembre de 2009, al 50%, y desde julio de 2010 llega al 55%. A partir de julio de 2011 beneficia al 60% de las familias de menores recursos.
EFECTO EN ARCAS PÚBLICAS
Los cambios en la composición de la entrega de beneficios del Pilar Solidario también han modificado el gasto público en esta materia.
"Al comparar en los años 2010 a 2013 el número de beneficiarios proyectado inicialmente con el número efectivo, se observa que la proyección anual está ajustada para el total de beneficiarios, con excepción del año 2010, que se explica por el adelantamiento de la reforma ocurrido en septiembre de 2009 que no estaba considerado al momento de realizar las proyecciones. El número de beneficios de PBS pagados es cada vez menor que el proyectado y el número de beneficios de APS se está alejando cada vez más del número proyectado, superándolo en un 26%", señala el informe.
Así, el gasto efectivo registrado en 2010 fue de $ 765.217 millones, un 5,2% más que lo proyectado por la Dirección de Presupuestos (Dipres). Esto se explica por el cambio en la cobertura implementado en septiembre del 2009.
Pero a contar de 2011, la relación cambió. En 2011, el gasto efectivo fue 1,9% menor que lo proyectado; en 2012, un 10,1% menos, y en 2013, un 7,4% por debajo.
Respecto de la proyección hecha en la Ley de Presupuestos, el informe señala que la tendencia ha sido similar, pues en los últimos tres años el gasto efectivo ha sido siempre menor que lo esperado: un 5,3% menos en 2011; un 3,4% al año siguiente y un 1,5% menos en el ejercicio pasado, concluye el documento.