El simple acto de no poder sostener una taza de café es una de tantas manifestaciones cotidianas que, sumada a rigidez corporal, fuertes dolores y un deterioro funcional severo, forman parte de los síntomas de la artrosis. Qué decir de las quemaduras. Otro duro golpe que puede alcanzar vastas extensiones de piel, con la consiguiente dificultad y lentitud en el proceso de recuperación.

Pero la batalla no está perdida, pues estos son sólo dos de los tantos males cuya mejora está pronta a transformarse en una solución más rápida y definitiva mediante la criogenia, una metodología que está en Chile y que promete poner al país en la punta de la medicina del siglo XXI.

EN DIEZ DÍAS
Sergio Tapia Murúa, director del primer Centro de Investigación en Criogenia e Ingeniería de Tejidos en Chile (Cicrit), inaugurado hace unas semanas en la Universidad de Playa Ancha, en Valparaíso, explica que se trata de un avance sustantivo en medicina reconstructiva a través de implantes autólogos. "Lo que buscamos es que la solución a ciertas enfermedades provenga de la utilización de las células del propio paciente que está afectado", comenta.

De allí que uno de los grandes proyectos de este centro es lograr una solución definitiva a la artrosis, cuyo tratamiento actual incluye desde antiinflamatorios hasta prótesis, e incluso trasplantes de cartílago desde otra parte del cuerpo, según cuenta Loreto Massardo, reumatóloga del Hospital Clínico de la Universidad Católica.

Al respecto, las noticias son alentadoras: según los resultados de los estudios clínicos desarrollados en el Cicrit, la enfermedad podría entrar en una fase de recuperación definitiva en menos de dos semanas. "En una primera etapa se toma la muestra de las células de cartílago para poder multiplicarlas en nuestro laboratorio y, al cabo de 10 días, ya se puede hacer el implante", dice Tapia. Casi de forma inmediata, el paciente puede comenzar a trabajar la articulación en forma normal.

Un salto cuantitativo y cualitativo si se considera que "alrededor de un 25% de la población sobre los 50 años en nuestro país padece esta enfermedad que afecta mayoritariamente a mujeres en el período post menopausia", pudiendo incluso llegar a transformarse en invalidante, explica Massardo.

QUEMADURAS
Otro de los avances del Cicrit es la solución para personas con quemaduras graves. En estos casos, se toma un centímetro cuadrado de la piel no dañada del paciente y, a partir de ahí, se multiplican las células para luego implantarlas. Una verdadera revolución para este problema, pues disminuye a la mitad el tiempo de recuperación.

Ambas investigaciones se encuentran en estos momentos en fase clínica en el Cicrit y están en proceso para ser patentados, algo que Tapia espera sea en el corto plazo, aseguró a La Tercera.

MEJOR Y MÁS ECONÓMICA
Esta técnica no es totalmente desconocida en Chile. El Hospital de Carabineros tiene una unidad de criobiología para tratar la leucemia. Pero el Cicrit quiere ampliar el espectro de enfermedades a las que dar solución. "Estamos hablando de células del cordón umbilical de los recién nacidos, células de piel de zonas de cartílago, córnea, tejido valvular, es decir, una gama de tejidos", cuenta Tapia. Incluso, podría sumar hueso y hasta órganos completos en el futuro.

Una revolución que además de encontrar la cura dentro del propio paciente, implica una rebaja en los costos del tratamiento, pues no se requiere -por ejemplo en el caso de la artrosis-, de la compra de prótesis o de largos tratamientos. Y en el caso de lo niños quemados, estos deben ser sometidos a varias intervenciones antes de llegar a la edad adulta.

"Las rebajas son importantes y operan en varios ambitos. Desde el punto de vista comercial, esta debe ser del orden de 30 a 40%", estima el doctor Sergio Tapia.