"Me pasó en Ecuador o en Panamá, no hay estos lugares así o yo no los descubrí. Me tenía que quedar sentado en la sala de espera, rogando que ande (funcione) el Wi-Fi", dice Ignacio Ponce, joven futbolista argentino, a la agencia AFP mientras espera viajar al estado de Chiapas tras ser fichado por los Jaguares, de la segunda división mexicana.

Ponce habla así de las nuevas camas encapsuladas para dormir que hay en el aeropuerto internacional de Ciudad de México, servicio que ya es común en países como Japón. "No pensé que era tan lindo, tan personal y tan cómodo", agrega Ponce poco antes de salir del hotel para tomar su vuelo de conexión.

¿Qué ofrecen estas instalaciones? Aire acondicionado, televisor, conexiones eléctricas y de USB para hacer más amena la tediosa espera, sea de horas o de una noche completa, mientras se está en tránsito en el aeropuerto.

Este hotel con tintes futuristas consiste en un pasillo iluminado por tonos azules y cabinas de dos niveles en las que se encuentran las camas.

"Veíamos mucha gente en el piso, veíamos espacios comerciales vacíos y nosotros mismos (como viajeros) estábamos sufriendo el tener que estar esperando muchas horas y no tener dónde hacerlo cómodamente", dijo a AFP José Martín, vocero de la empresa Izzzleep, que lleva dos meses operando el hotel en el aeropuerto de la Ciudad de México.

La noche completa en la cama encapsulada cuesta unos 39 dólares y la hora nueve (entre 25 mil y 6 mil pesos chilenos) contra los hoteles cercanos del aeropuerto cuyos precios rondan los 100 dólares, además de que algunos requieren abordar un taxi.

Según la agencia, con dos meses de operación, 1.700 pasajeros de 57 países han pasado por estas instalaciones en el aeropuerto de la capital mexicana, el más transitado de América Latina con un movimiento de 41 millones de pasajeros en 2016.

La firma ahora planea ampliarse a las principales ciudades mexicanas: Monterrey, Guadalajara, Cancún y Tijuana.