Crean método para recuperar tejidos dañados del corazón
Mecanismo molecular podría reparar el daño sufrido por infartos, insuficiencia cardiaca o malformaciones hereditarias.
El daño que sufre el músculo cardiaco producto de cardiopatías congénitas, infartos o insuficiencia cardiaca es muy complejo. En estos casos, las principales células que lo conforman, los cardiomiocitos -responsables de la contracción cardiaca y de la circulación de nutrientes y oxígeno a través de la sangre- no pueden regenerarse, ya que su número queda determinado al nacer.
Sin embargo, investigadores del Hospital Infantil de Boston, en Estados Unidos, han elaborado una técnica que permitiría proliferar y regenerar a los cardiomiocitos. Los expertos identificaron un factor de crecimiento a través de una proteína llamada neuregulin1 (NRG1), lo que permitiría revertir el deterioro del corazón producto de un ataque o insuficiencia cardiaca.
REGENERACIÓN
La proteína NRG1 son moléculas de señalización que están involucradas en activación de procesos biológicos, como diferenciación celular, proliferación, crecimiento y supervivencia, esenciales en el desarrollo del corazón y la fisiología cardiaca de bombeo.
Los especialistas las aplicaron a un grupo de ratones adultos a los cuales les provocaron ataques al corazón. Luego de inyectar la proteína todos los días por un periodo de 12 semanas, el músculo cardiaco de los ratones presentó mejorías en cuanto a la regeneración cardíaca y el funcionamiento del corazón.
Los resultados del estudio, publicado en la revista científica Cell, explican que la proteína induce la actividad del ciclo celular y promueve la regeneración del miocardio, tejido muscular del corazón encargado de bombear la sangre por el sistema circulatorio mediante contracción, mejorando su función.
Marcelo Llancaqueo, cardiólogo del Hospital Clínico de la U. de Chile, explica que era conocido el rol fisiológico de esta proteína, pero no se había demostrado su capacidad como tratamiento capaz de regular la reparación y modelamiento del corazón.
La investigación confirma que el corazón posee capacidades para cambiar su forma. Esto lo demuestran, dice Llancaqueo, enfermedades como las miocarditis o inflamaciones, donde luego de la cirugía el órgano puede dilatarse, crecer y cambiar su forma. Esta capacidad plástica también está demostrada en deportistas de alto nivel, los que aumentan la masa del corazón o miocardio por el ejercicio.
PRÓXIMAS ETAPAS
Bernhard Kühn, uno de los autores del estudio, señaló que aún faltan ensayos que prueben este mecanismo en humanos de manera segura. La idea del equipo de investigadores es administrar a pacientes cardiacos infusiones diarias de NRG1 durante un período determinado.
El próximo paso, explican los expertos, será probar esta terapia en cerdos, que presentan un organismo de características similares a los humanos y son un modelo experimental más grande, donde los cambios pueden ser más evidentes.
"Este fascinante estudio prueba, extraordinariamente, que una parte importante de las células del corazón de ratones adultos puede copiarse a sí misma y ayudar a reparar corazones dañados", indicó Jeremy Pearson, director médico de la Fundación Británica del Corazón.
Si se prueba que este mecanismo funciona en humanos, habrá posibilidades nuevas y más eficientes de tratar a los pacientes con cardiopatías, concluyó Pearson.
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