"La tecnología con drones se está utilizando para prácticamente todo", dice José Tarrío, académico del Departamento de Ingeniería Geográfica de la Universidad de Santiago, plantel que desde el año 2017 dictará el diplomado "Uso de drones para la captura y procesamiento de información geoespacial".

Tarrío explica que este programa es inédito y el primero es su tipo a nivel universitario en el país.

El diplomado busca entregar una formación que permita al alumno un buen empleo de estos aviones no tripulados y un eficaz uso de la información que recolectan.

"En el caso de nuestra disciplina, que se relaciona con ciencias de la Tierra, mapas y cartografía, eso se hacía con vuelos tripulados, con aviones, pero ahora se están comenzando a utilizar drones", agrega el investigador.

Cuatro meses

El diplomado, cuyo director es el investigador José Borcosque, se iniciará en marzo del próximo año y tendrá una duración aproximada de cuatro meses, y un costo de 1 millón 500 mil pesos.

"La necesidad de (crearlo) era imperiosa porque se necesita una credencial para volar los drones y porque gran cantidad de personas los están ocupando, no sólo para la generación de mapas", enfatiza Tarrío.

El boom de estos aparatos es acompañado por las cifras del comercio, en el que se estima un crecimiento de un 150%.

"Creemos que este aumento se debe a que antes estaba orientado a un público específico y profesional. Actualmente el mercado presenta modelos para todo público, desde los más básicos, para aquellos que quieren aprender a maniobrar un dron, hasta los que desean un modelo profesional a un precio asequible", señala Carla Fierro de la tienda en línea Linio (ver recuadro).

Al fenómeno se suma la profesionalización de las carreras de drones y la cantidad de licencias de "pilotos" que ha entregado la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), que ya ha otorgado 449 licencias.

La malla del posgrado incluye ramos como normativa chilena, la operación de aparatos, meteorología y aeronáutica.

El académico precisa que no es necesario llevar drones porque ellos cuentan con 12 aparatos más un área de simulación para las clases prácticas.

En el futuro, el plantel espera transformar el diplomado en magíster, como ocurre en España, donde dura dos años. Para ello han viajado a este país para conversar con la Universidad Politécnica de Valencia, la que ya desarrolla varios programas de estas características.

"La idea es que nuestro diplomado después se convierta en magíster", adelanta Tarrío.