Un robot flotante ha sido puesto en funcionamiento para rastrear a los grandes tiburones blancos del Pacífico como parte de los esfuerzos para comprender a los inmensos depredadores marinos.

El "planeador de las olas", que desde fuera parece una tabla de surf amarilla, capta señales de escualos a más de 330 metros de profundidad en el océano y envía sus posiciones a los investigadores mediante transmisiones vía satélite.

Los científicos sólo tienen un conocimiento impreciso sobre dónde nadan los grandes tiburones blancos, mostrados como terribles asesinos en películas como "Tiburón". El nuevo robot permitirá un mejor entendimiento de sus movimientos.

"Aquí estamos, en pleno siglo XXI, cuando los científicos ya han puesto un robot en Marte, y aún no hemos comprendido lo que está ocurriendo en los océanos", dijo Barbara Block, una profesora de ciencias marinas en la Universidad de Stanford en California que está a cargo del proyecto.

"Enviaremos un planeador de olas ahí fuera para seguir a los tiburones", dijo a Reuters. En un periodo de prueba de ocho días, el planeador, fabricado por la empresa con sede en California Liquid Robotics y que se mueve a una velocidad menor que la de una persona al andar, realizó 200 detecciones de 19 tiburones diferentes.

El planeador, de unos dos metros de largo con paneles solares en su parte superior y un sistema de energía undimotriz (generada por el movimiento de las olas) en su parte inferior, podría también dar claves de algunas otras criaturas clasificadas que van desde los marrajos a los atunes y los salmones.

Sólo puede detectar criaturas que hayan sido previamente marcadas por los científicos con un pequeño transmisor que funciona con una batería y que emite un pitido cada dos minutos. Miles de criaturas portan los transmisores, dijo Block.

El planeador, y boyas de escucha en posiciones fijas ancladas al fondo del mar, fueron construidos en un proyecto previo para el etiquetado de depredadores en el Pacífico, como parte de un censo internacional de vida marina entre los años 2000 y 2010.

Block aseguró que los científicos ya sabían que el gran tiburón blanco deambula a lo largo de la costa del Pacífico norteamericana, a menudo hasta llegar a Hawaii.

Había también misteriosos puntos de reunión, incluyendo uno en medio del océano apodado "el café del tiburón blanco". Al contrario que las boyas fijas, los planeadores pueden moverse por el océano en busca de escualos.

Los inventores están desarrollando una aplicación para móviles llamada "Shark Net" que permitirá a la gente seguir el recorrido de los tiburones.

Block espera extender la red de observación oceánica por toda la costa oeste de los Estados Unidos, comparando la región con un "Serengueti azul" tan rico en vida animal como Tanzania o Kenia.