Cada año, el encargado del ciclo medio del Colegio San Ignacio Alonso de Ovalle ve la misma escena, cuando los estudiantes de segundo medio eligen entre las áreas científica o humanista. La mayoría elige el curso matemático. Sus padres y los propios alumnos tienen la idea de entrar a una carrera "exitosa", como ingeniería.

Pero a mitad de año se multiplican las visitas al orientador y las notas no son lo que esperaban. "Empiezan a preguntarse qué pasó, cuando los profesores y los test vocacionales señalaban que sus habilidades eran otras", dice Oliver Flores.

Lo que pasó es que el exceso de confianza, alimentada por el entorno, chocó de frente con la realidad académica. Los colegios ven cada vez con más frecuencia escenas como ésta: una generación de niños y adolescentes, reforzada desde que nace, para creer que pueden hacer todo lo que quieren, desde ser astros del fútbol hasta científicos brillantes.

Pero diversas investigaciones han demostrado que el exceso de refuerzo positivo y de confianza termina perjudicando a los menores. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Nueva York-Buffalo señala que existe una relación inversamente proporcional entre exceso de confianza y comprensión lectora.

Ellos tomaron los datos de los estudiantes de 15 años de 34 países que rindieron la última versión de la prueba internacional Pisa. En todas las naciones, los alumnos que pecan de exceso de confianza sacan puntajes por debajo del promedio.

La investigación también incluyó a Chile: el 75% de los jóvenes aseguró que sus competencias estaban por sobre el promedio. Más de la mitad tuvo un puntaje por debajo del promedio. En cambio, el rendimiento de los estudiantes con un nivel de confianza menor está por sobre el promedio.

Los países asiáticos y los nórdicos tienen, por el contrario, una mayor proporción de alumnos más conscientes de sus debilidades. En Corea, sólo el 18% de los estudiantes tiene exceso de confianza en sus habilidades lectoras, mientras que en Finlandia, el 24% está en esa categoría.

Otras investigaciones han concluido similares resultados en otros ámbitos del aprendizaje.

LOS PADRES FANS
No es que confiar en uno mismo sea perjudicial. Quien tiene una alta autoestima se atreve a tomar desafíos, a conocer personas nuevas y a emprender. Pero una cosa es apoyar a los hijos en actividades que a ellos les gusten o felicitarlos por una buena nota y otra es creer que si tienen aptitudes musicales serán unos futuros Mozart. "Los padres y la sociedad actual valoran más que nunca el desarrollo de la autoestima y buscan formar niños que se pongan metas y las alcancen", dice Pilar Cox, orientadora y directora de pregrado de la Facultad de Educación de la UC.

Sin embargo, en el camino algunos adultos malentienden el concepto, convirtiéndose en fans de sus hijos y formándose expectativas irreales sobre sus capacidades.

"La autoestima positiva es la que reconoce las fortalezas y las debilidades, proponiendo formas de superar estas últimas", agrega Cox.

En cambio, según explica Ming Ming Chiu, profesor de la Universidad Estatal de Nueva York-Buffalo, las personas con exceso de confianza tienen expectativas sobre su desempeño no relacionadas con la realidad. Esto provoca que el estudiante no se prepare como el que teme sacarse una mala nota. Además, tiende a quedarse con la primera respuesta que se le viene a la mente, sin pensar en opciones distintas. Y como teme perder el sitial del mejor, no se aventura a aprender materias en las que no es un experto.

El refuerzo positivo indiscriminado tiene otro problema. Como no hay una mirada más profunda a cuáles son las verdaderas habilidades, no las han entrenado lo suficiente, no saben cómo llevarlas a la práctica y se frustran rápidamente ante los fracasos.

Pilar Cox asegura que en este escenario los colegios deben generar actividades para que la autoestima sea acorde a las fortalezas y debilidades de cada uno.

Jaime Muñoz, sicólogo del colegio Sagrados Corazones de Alameda, señala que uno de los problemas más graves se da cuando los jóvenes se enfrentan a la realidad. "Los alumnos se sienten culpables porque no pueden cumplir las expectativas del entorno. Y llegan ex alumnos de excelente puntaje PSU frustrados porque no fueron puntaje nacional".

CÓMO EVITAR EL EXCESO DE CONFIANZA
Autotest: que los estudiantes se pregunten cómo aplicar las ideas aprendidas en clase a la vida diaria. Este Autotest le da al estudiante la retroalimentación necesaria de si están entendiendo las ideas y les ayuda desarrollar un nivel adecuado de autoconfianza.

Revisión del rendimiento anterior: estudiar detenidamente el desempeño en pruebas anteriores y en las tareas. Ello ayuda a identificar errores y a comparar la  realidad con las expectativas.

Evaluación de pares: usar a los compañeros de guía para evaluar las fortalezas y debilidades reduce el exceso de confianza. Por ejemplo, preguntarse: "¿Entiendo este libro igual o mejor que mis compañeros?."

Identificar metas alcanzables: tras realizar una autoevaluación, se recomienda fijarse objetivos realistas que se puedan alcanzar de manera exitosa. Ello permite iniciar un círculo virtuoso: alta motivación y alto rendimiento.

Para los padres: es normal que los niños pequeños cambien de intereses y que un día les guste la guitarra y al otro el tenis. Los padres tienden a entusiasmarse y compran equipamiento, desilusionándose cuando el niño se aburre. La idea es que se deje a los niños experimentar y no encasillarlos tempranamente en una sola habilidad.

Porcentaje de estudiantes con exceso de confianza en lectura y sus rendimientos en la prueba PISA 2006


País % estudiantes por
sobre el promedio
%estudiantes
bajo el promedio
Total estudiantes con
exceso de confianza en lectura
FYR Macedonia 42 48 90
Albania 41 48 89
Brasil 30 47 77
Chile 30 45 75
Rumania 31 44 75
México 22 47 69
Bulgaria 24 42 66
Tailandia 22 43 65
Luxemburgo 25 40 65
Letonia 22 39 61