La violencia crece en Sudán del Sur y la situación de la población civil se deteriora, mientras la respuesta de la comunidad internacional resulta extremadamente débil, según un estudio de Médicos sin Fronteras (MSF).
El reporte titulado "Hacer frente a la realidad, la crisis sanitaria empeora y la violencia crece en Sudán del Sur" se presentó hoy en Nairobi y en él se subraya que 2009 es el peor año desde la firma de los tratados de paz, en enero de 2005, que en teoría habría debido poner fin a más de 20 años de guerra civil, en la que murieron dos millones de personas.
La peor situación, subraya la investigación, es la de tres regiones -Alto Nilo, Jonglei y Ecuatoriana Central- directamente involucradas en los últimos coletazos del Ejército de Liberación del Señor, LRA, grupo rebelde ugandés cuyas últimas acciones están devastando aquellas áreas.
Las incursiones contra civiles, que no pertenecen sólo al LRA sino también a otros grupos, afectaron sobre todo las aldeas y las mujeres y los niños fueron sus principales víctimas.
Más de 250.000 refugiados, que viven con desnutrición severa, enfermedades, infecciones y falta de tratamientos, el 75 por ciento de la población no tiene acceso a tratamientos médicos.
Esto, subrayó MSF, mientras el interés de los donantes resulta absolutamente insuficiente ante esta tragedia que requería inmediatas y amplias intervenciones humanitarias.