La ventaja en los sondeos del candidato socialista a la presidencia francesa François Hollande,  se acentúa, mientras que el Presidente Nicolas Sarkozy, candidato de la derecha, convocó a la "mayoría silenciosa" en la recta  final de la campaña.

Los dos favoritos medirán fuerzas el domingo, exactamente una semana antes de la primera vuelta de los comicios, en sendos grandes mitines previstos en  París.

Los cuatro últimos sondeos de intenciones de voto, publicados en las últimas horas,  dan a Hollande vencedor en la segunda vuelta de la elección, con 54% (instituto  OpinionWay), 55% (LH2), 56% (BVA) y 57% (CSA), lo que significa una progresión de uno a dos puntos en dos semanas.

Los sondeos son positivos para él también en la primera vuelta, en la que  los dos principales candidatos se mantienen codo a codo.

Como en sus últimas intervenciones televisadas, en las que optó por un  empaque y un tono cada vez más presidencial, Hollande se mostró este viernes  casi ya en postura de estadista en una gran entrevista otorgada al diario de  izquierda Libération. En el plano moral, afirmó que que "quiere que la acción del Estado vuelva a  ser ejemplar", criticando la "deriva personal" y la "exhibición permanente" del  presidente saliente.

En el plano económico volvió a responder a la derecha, que agitó la amanaza  de ataques especulativos contra Francia en caso de victoria del socialista,  afirmando que la especulación existe hoy. 

"Hace ya tres años que los mercados imponen sus reglas y su dominio" a  Europa. "Eso es lo que reprocho al candidato saliente, el haber sido incapaz  con los otros dirigentes europeos de poner freno a los movimientos  especulativos", dijo.

Hollande confirmó que su política económica apunta al "enderazamiento" de  las cuentas públicas con "justicia", es decir imponiendo gravámenes "ante todo  a los que tienen más", las más altas rentas, las grandes fortunas y  determinadas empresas.

Respecto a sus sondeos, el candidato socialista advirtió contra la idea de  considerar la elección ganada de antemano.

"Podemos ganar, pero sería un error creer que, dados los sondeos, estamos  ya en la segunda vuelta", declaró a la prensa en Moulins (centro)  donde se encontraba en campaña, diciéndose al mismo tiempo "contento por los  alientos y signos de confianza" que recibe.

Por su parte, Nicolas Sarkozy desestimó la importancia de los sondeos y  evocó "la mayoría silenciosa" que "tiene cosas importantes que decir".

"Los sondeos no le importan a nadie. Dentro de diez días tendremos el  resultado de la primera vuelta y en tres semanas el resultado de la segunda. Y  habrá, como de costumbre, grandes sorpresas", estimó en un programa dedicado a  la campaña electoral en el canal France 2.

"No son los combates los que hacen la elección, sino el combate que se  lleva a cabo", dijo, agregando que en su mitin previsto el domingo en París  "habrá decenas de miles de personas". "Tengo cosas importantes que decirles a los franceses. Y quizá esa mayoría  silenciosa" tiene también "cosas importantes que decir".

Aunque ninguno de los campos avanzó objetivos precisos de asistencia y  ambos niegan que se trate de un duelo, los dos mitines del domingo, en los que  los dos candidatos pronunciarán sus respectivos discursos prácticamente a la  misma hora y a unos kilómetros de distancia (Hollande en la  explanada del castillo de Vincennes, Sarkozy en la plaza de la  Concordia) han adquirido de antemano la dimensión de una pulseada popular.