La producción mundial de biocombustibles crecería hasta el 2023, impulsada mayormente por una creciente demanda, el encarecimiento del petróleo, y las políticas gubernamentales, pero el incremento sería menor que en la última década, dijeron este viernes la FAO y la Ocde.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos dijeron en un informe conjunto que esperan que la producción de etanol y biodiésel alcance para 2013 158.000 millones y 40.000 millones de litros, respectivamente.
"La producción de biocombustibles crecerá considerablemente, con la producción tanto de etanol como de biodiésel incrementándose en más de un 50% en la próxima década", aseguraron.
"Esto representa una importante desaceleración con respecto a la década pasada, cuando la producción se duplicó con creces durante el periodo de 10 años desde el 2004 al 2013", agregaron.
El debate sobre los beneficios de los biocombustibles se ha intensificado en los últimos años, con sus detractores asegurando que contribuyen a la inflación de los alimentos por el uso de recursos que podrían ser utilizados para la alimentación de la población humana.
La Ocde y la FAO consideraron que esa tendencia continuará en los próximos años con un 12%, 28% y 14% de los volúmenes globales de granos, caña de azúcar y aceite vegetal, respectivamente, utilizándose para producir biocombustibles al 2023.
El creciente uso de etanol en Brasil estaría ligado a la mezcla obligatoria de un 25 por ciento de etanol en el combustible y al crecimiento de la industria de combustible flexible.