Los relojes de Crimea y de Moscú marcaron por primera vez juntos la hora este sábado después de la que península ucraniana anexada por Rusia pasara al mismo huso horario.
A las 22H00 locales (20H00 GMT), en una ceremonia oficial en presencia del primer ministro de Crimea Serguei Axionov, los relojes de Simferopol, la capital de la península, se adelantaron dos horas para alinearse con los de Moscú ante centenares de personas que aplaudían y hacían ondear banderas rusas.
Dos semanas después del referéndum que abrió el camino a la anexión a Rusia, el cambio de hora es una nueva etapa simbólica del proceso de anexión, igual que la reciente adopción del rublo como moneda oficial.
"Listos para viajar en el tiempo" titulaba el periódico local Krymskaia Gazeta este sábado, advirtiendo a los habitantes de los problemas potenciales relacionados con el cambio de hora, como la falta de sueño o la depresión.
"Es algo difícil", reconoció un portavoz de las autoridades locales, Liudmila Mojova, "pero la gente están muy contentos".
La península de Crimea, con cerca de dos millones de habitantes, en su gran mayoría de origen y lengua rusos, decidió en marzo de forma unilateral reincorporarse a Rusia, a la que había pertenecido hasta 1954.
La anexión, aprobada rápidamente por el gobierno y el parlamento rusos, ha abierto la mayor crisis entre occidente y Rusia desde la Guerra Fría y preocupa a los países de Europa oriental y central, que estuvieron en la órbita de Moscú hasta el desmembramiento de la Unión Soviética, a principios de los años 1990.
Rusia renunció en 2011 en aplicar la hora de verano y Moscú tiene todo el año el huso horario GMT+4.