Una crisis de inseguridad, con comandos armados que saquean y asaltan, ha agudizado los problemas que sufre el paradisíaco destino turístico de Los Cabos, en el noroeste de México, después del paso del huracán "Odile", denunciaron hoy hoteleros y pobladores.
"Al problema de desabasto y de inexistencia de las autoridades locales se está sumando la inseguridad pública", dijo a Radio Fórmula el abogado Rodrigo Sánchez Villa, que representa a uno de los grandes grupos hoteleros de la zona.
Según afirmó, "parece que la situación está cada vez más grave" y no sólo a los comercios, sino también las casas están sufriendo ataques de pequeños grupos de encapuchados que están "asaltando, robando, amedrentando".
"Sabemos que estás pandillas pretenden entrar en las instalaciones" de los hoteles, donde todavía hay miles de turistas a la espera de ser evacuados, dijo el abogado, que pidió a la cadena radial que se mantuviera en reserva el nombre del hotel que representa.
Pobladores de Los Cabos, un municipio que engloba los destinos turísticos de San José del Cabo y Cabo San Lucas, han empezado a armar barricadas y fogatas para custodiar sus calles, aunque el gobierno federal ha enviado militares, marinos y policías federales a prestar seguridad y evitar saqueos.
En algunos comercios hubo enfrentamientos entre vigilantes privados y saqueadores que arrasaron no sólo con alimentos y víveres de primera necesidad, sino también con electrodomésticos.
"El gobierno dice que hay soldados, que los de la Marina, pero nosotros no los hemos visto por ningún lado", dijo al diario "La Jornada" Luis Enrique Escobar Ramírez, uno de los residentes. "Los saqueos se dieron en todos los centros comerciales y hasta los policías se llevaron cosas".
PASO DEL HURACAN "ODILE"
El sur de la península de Baja California se quedó sin energía eléctrica y agua potable después del huracán, que impactó entre el domingo y el lunes y dejó la zona incomunicada.
La Secretaría de la Marina informó la noche del miércoles que un buque naval llevará víveres a los damnificados desde el puerto de Mazatlán del estado de Sinaloa, situado frente a la península.
El buque Zapoteco realizará un "puente vía marítima" hasta La Paz, una de las ciudades afectadas por "Odile", para trasladar los víveres que se reciban en centros de acopio en todo el país.
En las próximas horas se transportará un cargamento 500 toneladas de ayuda en el primer viaje.
Más de 11.000 personas se encuentran en albergues. Además, cuando impactó el huracán había unos 30.000 turistas en La Paz y Los Cabos, que están siendo sacados de la zona por aeronaves militares y civiles en vuelos especiales porque los aeropuertos no están en condiciones de operar normalmente.
En la costa central del Pacífico mexicano se ha formado, entre tanto, un nuevo huracán, "Polo", que avanza paralelo a tierra.
"Polo" tiene vientos de 120 kilómetros por hora y se dirige hacia el oeste-noroeste en una trayectoria similar a la que tuvo "Odile". Aunque no está previsto que toque tierra, ocasiona lluvias y oleaje.
El servicio meteorológico mexicano informó hoy que el huracán está 265 kilómetros al sur-suroeste de Manzanillo y generará precipitaciones intensas en estados como Nayarit, Jalisco y Colima, en el centro-oeste de México.
"Polo" se mantendrá como huracán en los próximos días y se espera que entre el sábado y el domingo se debilite a tormenta tropical unos 230 kilómetros al sur-suroeste de San José del Cabo, en Baja California Sur.
San José del Cabo fue una de las áreas más golpeadas por los vientos de más de 200 kilómetros por hora de "Odile".