Cada día que pasa el panorama es más oscuro en Venezuela. Como era de esperar, la caída del precio del crudo sólo ha agravado la situación económica y ayer el ministerio de Petróleo y Minería informó que el petróleo volvió a experimentar una nueva baja esta semana, cerrando en US$ 61,92 por barril, US$ 6,16 por debajo de los US$ 68,08 de hace siete días.

"La caída de los precios del petróleo acerca todavía más a Venezuela al  default",  dijo a la agencia France Presse, David Rees, analista de Capital Economics. "El gobierno no  tiene ahorros del boom de precios del petróleo en la última década", añadió. El país obtiene el 96% de sus divisas de las exportaciones de crudo. Por lo que cada vez que el precio del barril baja un dólar, ingresa unos US$ 720 millones menos al año, según cálculos de Barclays. A ello se agrega que hace más de un año el país sufre de una severa inflación, que en agosto fue de 63,4% interanual. Al tiempo que el índice de escasez, que mide el grado de abastecimiento de productos en los comercios, alcanzaba en enero pasado el 28%. Estas son las últimas cifras que ha dado a conocer el Banco Central de Venezuela.

Así, desde que asumió en abril del año pasado, el Presidente Nicolás Maduro ha batallado contra estas cifras negativas y el mes pasado anunció nuevas reformas en el campo fiscal y más depósitos a las reservas internacionales, que han registrado sus niveles más bajos en los últimos once años, justamente, por la caída de los precios del crudo.  Y las perspectivas no son prometedoras. El balance preliminar de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sobre las finanzas de la región, confirmó las proyecciones negativas de los especialistas para el país, ya que se contraerá dos años consecutivos, al caer -3% en 2014 y -1% en 2015.

Asimismo, el lunes comenzó a regir un nuevo sueldo mínimo de 4.889 bolívares que equivale a US$ 774, que ya había sido anunciado en noviembre por el mandatario, con el fin de emparejar la inflación. Mientras que el martes, se dio a conocer que el gobierno está estudiando el "perfeccionamiento" del sistema cambiario, que rige desde 2003, el cual deja en manos del Estado el monopolio en la compraventa de divisas, las que entrega a tres precios diferentes.

También anunció la aprobación de la reducción en un 20% de los "gastos improductivos" del gobierno, sin embargo, advirtió que esta medida no afecta a los gastos sociales del gobierno. Otra medida que tomará es el fomento del turismo, ya que se espera que esta industria aporte un 9% del Producto Interno Bruto (PIB) desde 2019, más del doble del 4% que representa en la actualidad.

Contentar al chavismo

De esta forma, Maduro ha señalado que el gobierno tiene "planes, para pasar cualquier situación así tiren los precios del petróleo donde los tiren, para sustituir y garantizar las divisas que necesita el país para el funcionamiento de la economía". Sin embargo, el economista Francisco Faraco aseguró al diario El País, que para mantener el nivel de gastos requeriría de una cotización de US$ 120 por barril, algo impensable en el actual contexto.

Al mismo tiempo que toma medidas para combatir la crisis económica, Maduro también ha endurecido sus posiciones políticas. Así, a comienzos de noviembre para contentar al chavismo anunció una reforma radical a la policía. Para ello nombró a Freddy Bernal, diputado oficialista, como presidente de una nueva comisión para reformar los cuerpos de seguridad del país.

Por otro lado, el lunes pasado, el canciller, Rafael Ramírez aseguró que el gobierno de Maduro no hará "concesiones" a la oposición y recordó que fueron ellos los que abandonaron la mesa de diálogo en mayo pasado, luego de una ola de protestas antigubernamentales que dejaron más de 40 muertos en el país.

La plataforma opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y el gobierno iniciaron el 10 abril pasado una serie de reuniones para tratar de superar la crisis política que atraviesa el país, con el auspicio de la Unasur y el Vaticano. Un mes después de iniciados los encuentros, la coalición MUD anunció la suspensión de los mismos por falta de "gestos" del gobierno ante una lista de solicitudes realizadas por los opositores para avanzar en el diálogo que no les fueron concedidas.

Sin embargo, durante las últimas semanas, varios dirigentes de la oposición han vuelto a mostrar interés por reanudar los encuentros y han pedido al secretario de la Unasur, Ernesto Samper, que sirva de mediador con el Ejecutivo para volver a la mesa.

En tanto, la dirigente opositora María Corina Machado fue acusada el miércoles de "conspiración" por un supuesto plan para asesinar a Maduro, un delito por el que podría ser condenada a 16 años de prisión.

En todo caso, pese a estas medidas, una encuesta de la firma local Datanálisis, divulgada el miércoles, reveló que el 85,7% considera que la situación del país es negativa, un alza de 4,1 puntos porcentuales respecto de la medición anterior de septiembre. Además, el 71,1% de los venezolanos cree que Maduro será removido tras una convocatoria a un referéndum revocatorio. El sondeo tiene un nivel de confianza del 95% y un margen de error de más o menos 2,66 puntos porcentuales.