"Petrobras está sangrando". Así de sombrío es el balance que la columnista de Globo News, Thais Herédia, hace sobre el estado actual de la petrolera estatal brasileña. El gran escándalo de corrupción que la golpea no sólo llevó a que las acciones de la compañía alcanzaran el lunes su menor valor en 10 años, sino también a que la justicia implicara a un tercer ejecutivo de la empresa en la llamada Operación Lava Jato (Lavado Rápido), que involucraría desvíos por cerca de US$ 4.000 millones en una década.
En medio de este escenario, han empezado a tomar fuerza las voces que piden un cambio en la directiva de Petrobras para recuperar la confianza del mercado. Aunque la dimisión de su presidenta, Graça Foster, es vista como cierta por la prensa local, la mandataria Dilma Rousseff se resiste a sacar a su amiga del puesto. "Dilma no quiere tirarla de la presidencia, porque Graça sirve como escudo para el gobierno. Si Graça sale, el análisis es que todo lo que esté relacionado con problemas de corrupción y mala gestión en la empresa caerá, automáticamente, en el cuello de Dilma", apunta el diario O Globo.
La presidenta de Petrobras está en entredicho. Venina Velosa de Fonseca, ex gerente de la compañía, asegura que en 2009 y en 2011, ella advirtió a Foster -quien entonces era directora de Gas y Energía de Petrobras- de irregularidades en algunos contratos. La petrolera estatal, por su parte, negó ayer que Foster -quien asumió el comando de la empresa en 2012- tuviera conocimiento previo de las irregularidades practicadas por una red de corrupción instalada en la compañía que operó entre 2004 y 2012. A través de un comunicado, Petrobras sostuvo que la funcionaria recién informó a Foster sobre el tema el 20 de noviembre de este año, mucho después de que se conocieran las investigaciones del Ministerio Público sobre el escándalo.
Según Folha de Sao Paulo, el gobierno ya comenzó a evaluar nombres para una eventual salida de Foster, ya que Rousseff "no descarta que la mantención de su amiga se torne inviable". Así, uno de los nombres citados para reemplazarla es el actual presidente de la minera Vale, Murilo Ferreira.
En el plano judicial, esta semana la fiscalía brasileña denunció al ex director del área internacional de Petrobras, Néstor Cerveró, por estar implicado en el esquema de corrupción, lo que lo convierte en el tercer director de la petrolera investigado por la Operación Lava Jato, según consigna el portal Brasil 247. Antes de él, fueron detenidos, Paulo Roberto Costa, de Abastecimiento y Renato Duque, del directorio de Servicios.
La semana pasada, la fiscalía acusó a 36 personas, la mayoría empresarios, además de Costa y el dueño de casas de cambio Alberto Youssef -ambos presos-, por formar un "club" de compañías que se rotaba contratos con Petrobras y a cambio pagaba sobornos a los directivos. Ayer la Justicia Federal aceptó la denuncia contra ejecutivos y funcionarios de las empresas Mendes Júnior y UTC Ingeniería por su participación en el esquema de cartel en Petrobras. Según el diario O Estado de Sao Paulo, enfrentan cargos por corrupción activa, formación de cartel y lavado de dinero.
Filtraciones a la prensa de los testimonios de Costa y Youssef entregados a la policía señalan que políticos del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y sus aliados también se habrían beneficiado del esquema de corrupción, aunque la fiscalía no se ha pronunciado sobre ello, consignó France Presse.