En momentos en que los yihadistas del Estado Islámico (EI) habían controlado un tercio de la estratégica ciudad kurda de Kobane, en Siria, y tras días de presión de Estados Unidos, Reino Unido y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para que Turquía intervenga en esa batalla, a metros de su frontera, con una operación terrestre, Ankara descartó una ofensiva en solitario.
"Que Turquía asuma en solitario una operación terrestre no es un enfoque realista", dijo el ministro de Exteriores del país, Mevlüt Cavusoglu, tras un encuentro ayer, en la capital turca, con el nuevo secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Así, sostuvo que la alianza internacional contra el EI tiene que acordar una amplia estrategia común.
En los últimos días han aumentado las tensiones entre la administración Obama y Turquía, ya que Washington exige a su aliado que asuma su responsabilidad y ayude a salvar Kobane. Incluso, el Pentágono ha advertido que sólo los ataques aéreos de Estados Unidos no salvarán a la ciudad de los yihadistas. "Por supuesto que podrían hacer más", dijo el miércoles un alto funcionario norteamericano, citado por The Washington Post.
Stoltenberg dijo ayer que Turquía es un importante socio de la OTAN y que el EI no sólo es una amenaza para Siria e Irak, sino para la región y los países de la alianza. "La OTAN está dispuesta a apoyar a todos los aliados a defender su seguridad", señaló, recordando el despliegue de misiles Patriot en Turquía para protegerse de ataques desde Siria. "La OTAN cumple con su papel", dijo.
Cavusoglu rechazó las acusaciones que apuntan a que Turquía no se compromete lo suficiente en la lucha contra el EI. "Nunca nos hemos mantenido al margen", añadió. Y reiteró el pedido turco de que se cree una zona de protección y de exclusión aérea en Siria. Sin embargo, Stoltenberg apuntó que por ahora no se debate en el seno de la OTAN la creación de zonas tapón o de amortiguamiento. Una posición que también han mantenido Washington y Londres.
Además, el gobierno sirio se manifestó con dureza ante la propuesta turca de crear una zona tapón en la frontera, ya que eso sería considerado como un ataque a su soberanía e integridad territorial, dijo el viceministro sirio de Exteriores, Faisal al Mekdad.
Según los analistas, uno de los objetivos de Turquía al intentar establecer esa zona tapón es incluir las zonas de población kurda, para impedir el surgimiento de una región kurda autónoma en Siria, que podría alentar una vez más los ánimos separatistas de los kurdos de Turquía.
El ministro Cavusoglu subrayó también que la caída del régimen de Bashar Assad tiene que formar parte de la estrategia internacional contra el EI. Mientras ese gobierno siga en el poder, no acabarán las masacres y el derramamiento de sangre en Siria, consideró, pidiendo más apoyo para los rebeldes moderados del Ejército Sirio Libre.