El segundo mandato era visto como una oportunidad para que el Presidente Barack Obama implementara su legado, dedicándose a los temas pendientes internos, como la reforma migratoria y la reforma al sistema de salud, así como al alza del sueldo mínimo, entre otras medidas. Sin embargo, ha tenido que ir apagando un incendio tras otro, lo que ha derivado en una baja de su popularidad, a sólo meses de que se lleven a cabo las elecciones legislativas de noviembre próximo.

Así, ahora el presidente -que actualmente se encuentra participando en la Cumbre de Seguridad Nuclear en La Haya- ha sido cuestionado por su manejo en la crisis de Ucrania. El senador republicano Lindsay Graham escribió que Obama era un líder "poco decidido y débil". Las críticas han llegado no sólo de la oposición, sino que también de su propio partido, según señala el diario Folha de Sao Paulo. Esto, porque funcionarios  de gobierno han dicho que el mandatario estaría equivocado en la estrategia con que está enfrentando a su homólogo ruso, Vladimir Putin. El diario sostuvo conversaciones con diplomáticos de EE.UU. , quienes dijeron que el viaje de Obama a Europa  busca reforzar su política exterior de crear grandes alianzas.

A nivel local, el mandatario  no sólo ha debido hacer frente a las constantes críticas por la reforma a la salud. Esto porque, el año pasado, cuando estaba todo listo para estrenar su proyecto estrella: el Obamacare, la página web no funcionaba, lo que provocó que las personas no se pudieran inscribir, derivando en una ola de críticas. El mes pasado, en una entrevista, el mandatario se volvió a disculpar por el fallido lanzamiento de la página web. "No queríamos concentrarnos en los errores, sino en las siguientes jugadas", dijo Obama en una conversación con el canal Fox News, a comienzos de mes.

Según un sondeo realizado por el centro de estudios Pew Research, divulgado el jueves pasado, el respaldo a esta reforma de parte de la comunidad latina ha ido cayendo. Así, pasó de tener un 60% de respaldo en septiembre del año pasado, a un 47% en la actualidad. "Esto importa porque puede que los latinos no vayan a respaldar a los demócratas en noviembre y pierdan la mayoría en el Senado", señaló el reporte. El encuestador y analista norteamericano John Zogby dijo a La Tercera que el "Obamacare se ha transformado en un problema real para Obama y los sondeos muestran que un 56% de los que no poseen un seguro médico tienen una opinión desfavorable hacia el sistema. Cualquier esperanza de éxito se encuentra en persuadir a la gente a que se inscriba".

En otros frentes, los ataques hacia Obama se dirigieron para que usara más su poder y disminuyera los niveles récords de deportaciones de inmigrantes ilegales, que, hasta ahora, van en más de dos millones de expulsiones, más que cualquier administración en la historia del país. Además, su promesa electoral de aprobar una reforma migratoria está estancada y no verá la luz -según los medios estadounidenses- al menos hasta las elecciones de noviembre.

Todo esto se ha visto traducido en malas cifras y así lo refleja el último sondeo del 13 de marzo pasado, que fue elaborado por el diario The Wall Street Journal y la NBC, el que reveló que el mandatario tiene una aprobación de apenas un 41%. El informe del sondeo señaló que la aprobación "es una señal de alarma para su partido de cara a las legislativas". El estratega republicano Karl Rove señaló al canal Fox, que es "probable que los republicanos consigan la mayoría" en el Senado en noviembre. A su juicio, la baja aprobación presidencial en estados republicanos es la clave para el éxito de su partido.