La actual crisis política ucraniana que provocó la salida del Presidente Viktor Yanukovich ha puesto de manifiesto los conflictos sociales y democráticos por los que atraviesan gran parte de los 15 países que surgieron tras la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS, ver infografía), ocurrida entre 1990 y 1991. A continuación algunos posibles conflictos en estos países.
Es uno de los países más pobres de este grupo, con un PIB per cápita de US$ 2.500 y 33,7% de la población viviendo bajo la línea de la pobreza. Sin embargo, el aumento del precio del oro ha permitido que permanezca financieramente estable, aunque existen diferencias entre las provincias del sur que son más pobres y las del norte, que tienen mejor situación económica. Según la BBC, posee una importancia estratégica tanto para Estados Unidos como Rusia, porque ambos tienen bases militares ahí.
Desde su independencia, el país tuvo problemas para lograr una estabilidad política, de hecho ya dos presidentes han sido derrocados y el actual líder, Almazbek Atambayev, no ha hecho esfuerzos para comprometerse con la democracia y ha perseguido a sus oponentes. Las divisiones políticas se han intensificado desde la salida del régimen de Kurmanbek Bakiyev. Las protestas son tan comunes que, según el sitio online The Diplomat, en 2013 se produjeron 782 manifestaciones, siendo el sur la región más conflictiva, de hecho, ahí se inició el conflicto étnico en 2010.
Rusia ha monopolizado las industrias energéticas, de transporte y defensa del país. El analista Baktybek Beshimov dijo a The Diplomat que todo esto ha provocado descontento y lo que ocurre en Ucrania puede motivar a las facciones de la oposición a manifestarse en contra de las políticas prorrusas.
Es considerado uno de los países más pobres de Europa y ha tenido conflictos con la transición hacia una economía de mercado. Poco después de su independencia, el conflicto estalló con los separatistas de la región Transnistria, que es proclive a los intereses rusos. En la actualidad existen señales de recuperación y desde 2001 se observa un crecimiento entre 5% y 10%. Su economía depende de las remesas. Según el Banco Mundial, el 36% de su PIB en 2007 provenía de los trabajadores. Según la BBC, la reticencia a adoptar un modelo capitalista ha desmotivado a los inversionistas extranjeros.
De acuerdo al semanario alemán Der Spiegel, en la actualidad Rusia quiere mantener al país bajo su alero. La república se encuentra gobernada desde 2009 por una coalición pro-europea. El país espera firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea en agosto próximo. La publicación señala que para lograr su objetivo, Moscú está usando la región del sur, Gagauzia. El líder del Parlamento local, Dmitri Konstantinov, dijo a Der Spiegel que la embajada rusa prometió un paquete de ayuda a la región y le entregará gas más barato e importará el vino de Moldavia. Las importaciones rusas del vino se detuvieron en 2006, los analistas creen que se trató de una presión para desincentivar el acercamiento hacia Europa. En todo caso, en noviembre se realizarán elecciones parlamentarias y es probable que los comunistas lleguen al poder, de hecho, Rusia estaría trabajando para que eso ocurra, asegura el semanario. Así, si el actual gobierno firma un acuerdo con el bloque, el nuevo gabinete puede anularlo.
La que fuera una república afluente en la URSS, cuando se independizó perdió la energía a bajo precio a la que tuvo acceso durante el período soviético. Su economía decayó una vez que las relaciones con Rusia se deterioraron y Moscú rompiera los lazos comerciales.
La revolución de 2004 también retrasó su recuperación económica y peor aún, en 2006, el proveedor de gas, el ruso Gazprom, subió el precio considerablemente. En 2008, las tropas de Georgia trataron de restablecer el control de las autoproclamadas de Osetia y Abjasia. Esto llevó a un conflicto armado con las fuerzas rusas. Todo esto ha impactado su economía, en la actualidad tiene un PIB per cápita de US$ 6.100 y un desempleo de 15% en 2013.
A fines del mes pasado, el primer ministro, Irakli Garibashvili, se reunió con el Presidente de EE.UU., Barack Obama en la Casa Blanca y le pidió que respaldara el derecho de los ex estados soviéticos a acercarse a Occidente. Para Georgia, la expansión rusa hacia su frontera es ilegal. El premier pidió a la OTAN que acelerara su aprobación para que el país sea miembro y así protegerse de la invasión rusa. "Cuando Georgia firme el acuerdo de asociación con la UE en agosto o septiembre, Rusia va a reanudar su intromisión en Georgia, como lo hizo con Ucrania", dijo a la publicación norteamericana International Business News, Matthew Bryza, un ex embajador estadounidense en Azerbaiyán.
Estonia, Lituania y Letonia han sido los países más cercanos a la Unión Europea, de hecho, se unieron al bloque en 2004. La primera es una de las más ricas de las ex repúblicas soviéticas, de hecho su PIB per cápita es de US$ 22.400. Tiene un floreciente sector de telecomunicaciones y electrónico y relaciones comerciales con Finlandia, Suecia y Alemania. Su unión a la UE impulsó la inversión, pero en 2008 se vio afectada por la crisis económica. Por este motivo el gobierno adoptó fuertes medidas de austeridad y ha sido aplaudida por recuperar la economía. No obstante, aún mantiene un alto desempleo de 17,5% en 2013. Por su parte, Lituania adoptó el modelo de libre mercado apenas se independizó y vio un fuerte crecimiento. El país sufrió duramente durante la crisis de 2009 y le costó recuperarse, ahora cuenta con un PIB per cápita de US$ 22.600 y un desempleo de 12,4%. Sin embargo, sólo un 4% de la población vive bajo la línea de la pobreza. Letonia, en tanto, también adoptó un modelo capitalista. Su economía creció en 50% entre 2004 y 2007, pero la crisis de 2008, golpeó al país duramente. Esto gatilló una crisis política que llevó a la caída del gobierno en 2009. En 2010, el desempleo había alcanzado el 20%; sin embargo, el país se logró recuperar mediante fuertes recortes del gasto público. Ahora tiene un PIB per cápita de US$ 19.100 y el desempleo llega a 9,8%.
Según señala la revista The Atlantic, han sido los países que más han instado a Rusia a que abandone su intervención y respete la integridad territorial ucraniana. El Presidente de Estonia, Hendrik Ilves, convocó a principios de mes al Consejo Nacional de Defensa para aumentar el presupuesto en defensa. Erik Brattberg del Consejo Atlántico le dijo a la revista que estos países están preocupados de lo que le está pasando a Ucrania les pueda ocurrir, debido a "sus significantes minorías étnicas rusas".
A partir de 2010 ha visto crecer su economía y actualmente es uno de los países menos desiguales de este grupo. Posee grandes recursos minerales y su importación en petróleo ha impulsado el crecimiento. Tiene un PIB per cápita de US$ 14.100 y un 5,3% de su población vive bajo la línea de la pobreza. El país sufre de divisiones, los nacionalistas dicen que el norte del país debería pertenecer a Rusia, porque sus habitantes son mayoritariamente de etnia rusa. Los analistas sugieren que si se imponen sanciones severas contra Rusia, impactará a Kazajistán, al ser su socio más importante en la Unión Aduanera.