Los sueños de conseguir una independencia de Dinamarca, se ven cada vez más lejanos para Groenlandia. Pese a contar con recursos naturales, las perspectivas de poder explotarlos se ven más difíciles y la crisis económica que afecta a esta isla complica el panorama.
En lo político, Kim Kielsen, jefe del Siumut, el partido social-demócrata que ganó por escaso margen las elecciones legislativas del 28 de noviembre pasado, logró superar el primer escollo al conseguir un acuerdo de coalición con otros dos grupos políticos, por lo que se convertirá en el próximo primer ministro.
El país debió realizar elecciones anticipadas un mes y medio después de la dimisión de la primera ministra, la socialdemócrata Aleqa Hammond, debido a un caso de corrupción. Es por eso que, a diferencia de la campaña anterior de 2012, los escándalos y la crisis dominaron la campaña electoral, mientras que el debate independentista quedó relegado a segundo plano tras comprobarse las dificultades de una autonomía económica, aunque la mayoría de los partidos y de la población siguen apoyando la separación de Dinamarca.
Groenlandia aprobó en 2008, con el 75 % de votos a favor, un nuevo estatuto de autonomía que incluye el derecho a la autodeterminación y el control de los recursos de su rico subsuelo.
Pero los proyectos petrolíferos y mineros que debían sustentar el futuro Estado no han fructificado y las expectativas se han rebajado después de que una comisión de expertos daneses y groenlandeses concluyera en enero pasado que la independencia no es viable a mediano plazo. "No hay nada que indique que los minerales puedan financiar la independencia económica de Groenlandia en los próximos años", declaró el presidente del grupo investigador, Minik Rosing, profesor de Geología en la Universidad de Copenhague.
Hammond había prometido en 2012 la explotación del uranio como una fuente de recursos, basándose en el hecho de que el cambio climático ha derretido los hielos y haciendo más accesibles estos recursos. Sin embargo, según la revista Foreign Affairs, esto tomará tiempo, porque Dinamarca ha dicho que se involucrará en cualquier asunto relacionado con ese proceso, debido a que este elemento puede ser usado como componente para un arma nuclear.
La economía groenlandesa, que depende de la pesca y una subvención anual de Copenhague que asciende a unos 482 millones de euros, casi un tercio de los ingresos totales, se ha contraído en los dos últimos años, con retrocesos del 0,3 y del 1,9 % en su Producto Interior Bruto (PIB), y el balance provisional de 2014 apunta a un déficit millonario. Mientras el desempleo ya se empina en el 10% y el 16% de sus 61.100 habitantes viven en la pobreza. Foreign Affairs asegura incluso que la crisis ha llevado a personas a buscar comida en los vertederos.