El martes 24 en la noche el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, comunicó a sus asesores que había decidido interrumpir sus vacaciones y regresar al día siguiente a La Moneda para participar en el comité político extraordinario convocado por la Presidenta Michelle Bachelet.
Al término de la cita, el vocero Alvaro Elizalde anunció que la Mandataria había encargado la elaboración de una propuesta pro transparencia.
Las gestiones para sellar un acuerdo amplio y transversal que permita superar la crisis de credibilidad que ha afectado al sistema político tras los casos Penta y Caval fueron iniciadas en ausencia de Peñailillo por el ministro (s) Mahmud Aleuy.
El protagonismo del personero socialista en las tratativas que incluyeron al timonel UDI, Ernesto Silva, alertó a Peñailillo, a cuyos oídos ya comenzaban a llegar las críticas de un sector de la Nueva Mayoría a su manejo del controvertido préstamo gestionado por el primogénito de la Mandataria, Sebastián Dávalos, y que culminó con la renuncia de éste a la Dirección Sociocultural de La Moneda.

En los partidos oficialistas acusan que el titular de Interior no logró contener el daño que el episodio generó a la imagen presidencial y que –también- se erosionó la hasta ahora estrecha relación que había cultivado con Bachelet.  ?