La Comisión de Educación del Senado aprobó el proyecto de Nueva Educación Pública (NEP), con las indicaciones establecidas en materia de desmunicipalización para determinar un traspaso gradual de los establecimientos a servicios locales, en un período de ocho años.

El proceso, que partirá con 11 nuevas unidades territoriales, se verá interrumpido en 2021, para permitir que un comité de expertos evalúe la transición, antes de continuar la segunda fase del traspaso de colegios municipalizados a los 59 servicios locales restantes. Cristián Bellei, sociólogo y miembro del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile (Ciae), analiza esta situación.

La medida ¿es una buena noticia para la educación pública?

No es totalmente positiva ni totalmente negativa. Lo que es bueno es que el proyecto avance. Es la tercera vez que se crea un sistema alternativo de administración pública a la municipalización, y a diferencia de los anteriores, este propone un sistema muy superior al actual. Es bueno también que algunos parlamentarios de oposición se sumen a la convicción de terminar con la municipalización. Que algunos aún defiendan la idea de mantener el actual sistema es un error. Fue una mala política y los resultados son catastróficos, ya que la educación pública se redujo a menos de la mitad de lo que era. Chile dejó de tener un sistema de educación pública como la mayoría de los países desarrollados o en vías de desarrollo, y terminó teniendo un sistema muy debilitado. Tampoco mejoró la calidad. Lo importante es que se tenga la convicción de desmunicipalizar.

¿Qué diferencia a un servicio local de la administración municipal?

Los colegios, escuelas y liceos van a seguir siendo como son hoy. Lo que cambia es el nivel de administración, ya que los municipios dejan de tener responsabilidad y pasan al servicio local, el cual tiene muchas ventajas. No están sujetos a las prioridades y sitios políticos de los municipios. Es un sistema que tiene su propio financiamiento, no depende de la riqueza o pobreza de un municipio y tiene responsabilidad administrativa y técnico-pedagógica. A aquello se le suma la presencia espacio-territorial superior a la actual, otorgando el trabajo en red y acumulando más recursos. Sabemos, por evidencia internacional, que estos niveles intermedios son muy importantes en los sistemas escolares.

¿De qué sirve que los que se encuentren con mejores resultados ingresen al final del traspaso de desmunicipalización?

Ha rondado la idea, entre los que no están muy convencidos del proyecto, que hay municipios que 'lo hacen bien' y que 'para qué les vamos a quitar la administración'. Eso se ha defendido como forma de dilatar el nuevo sistema, pero yo estoy en desacuerdo con ese tipo de análisis. Primero, porque en Chile no hay municipios que lo hacen bien. Pueden tener escuelas que obtienen buenos resultados en el Simce, pero eso no siempre depende de la gestión del sostenedor y tampoco mide la calidad de la educación. Segundo, porque decir que el 60% de las escuelas que estén en nivel mediano de desempeño puedan postergar el proceso es un estándar bastante bajo y mediocre para justificar que lo hacen bien. Es un error político y conceptual, porque lo que estamos diciendo es 'háganse cargo de los municipios que tienen más problemas, pero no de los que supuestamente están en mejores condiciones'. Y la gracia de los servicios locales es que haya un apoyo y trabajo en red. Entonces, vamos a tener municipios de mejor posición fuera del sistema y a los con más dificultades dentro del sistema.

¿Qué genera esto?

Incertidumbre. Se introdujo una indicación que les garantiza a los municipios que cumplan con los requisitos para postergar que se les van a entregar los mismos recursos que se les están entregando a los servicios locales para innovación y mejoramiento. De esta manera, se está produciendo una especie de incentivo perverso para mantener la municipalización, porque no crea la motivación de pasar al nuevo sistema, sino que genera una especie de dualidad entre el nuevo sistema y el antiguo. Es como si al crear el Transantiago hubiésemos mantenido a las micros amarillas.

Dos sistemas paralelos...

Exacto. Pareciera que es una especie de premio mantener la municipalización y de castigo entrar al nuevo sistema. Aquello genera incertidumbre y falta de convicción.

¿Por qué cree que el gobierno y la oposición llegaron al acuerdo de agregar esta nueva indicación?

El gobierno debe estar tratando de hacer viable el proyecto. Si este se aprueba con oposición y alcaldes que no quieren entregar los colegios y amenazan con llevar el proyecto al Tribunal Constitucional, por vulnerar los derechos de propiedad de los municipios, tendremos a la educación pública en un nefasto terreno de lucha. Tampoco sabemos cómo van a ser los gobiernos a futuro. Es razonable que el oficialismo haga esto para que el proyecto sea consensuado. Pero lamento que sea al costo de poner en duda la necesidad y urgencia de hacer el proceso de desmunicipalización completo.