Cristián Larroulet fue el ministro de Sebastián Piñera encargado de implementar el voto voluntario. Entre sus pronósticos, una discusión sobre volver al sufragio obligatorio, podría provocar un aumento en el descontento de votantes frente a la política.

-Se ha planteado la idea volver al voto obligatorio. ¿Es posible revertir el paso hacia la voluntariedad?

Siempre ha habido un debate que es transversal en esta materia, pero a mí me parece que el hecho de haber consagrado constitucionalmente la libertad de sufragar es un paso en el cual no se puede volver atrás, porque tuvimos una mayoría muy importante en ese momento para un tema muy relevante. En segundo lugar, creo que sería, además, un retroceso del punto de vista del mejoramiento y el perfeccionamiento de nuestra democracia.

-¿Por qué?

Hoy día el ciudadano lo que quiere es participar y tener a un político cercano y que lo considere. El voto voluntario, junto con consagrar una libertad, además estimula al político a acercarse al ciudadano con propuestas específicas, con la obligación de escucharlo y atender sus miradas. Eso lo logra el voto voluntario y, por lo tanto, sería un retroceso que no corresponde para el momento actual y futuro de la política. La mayoría de los países de la OCDE tienen voto voluntario y, por lo tanto, me parece una equivocada decisión, si es que se quiere volver atrás.

-En el oficialismo hay varios que están arrepentidos de haber instaurado el voto voluntario, incluido el ex presidente Lagos, ¿Qué pasa en la Alianza?

En la Alianza en su momento hubo un debate muy profundo y, por lo tanto, yo no veo que haya algún cambio fundamental en esto. Espero que la Alianza, teniendo diversidad de opiniones -como fue mayoritariamente en el gobierno del Presidente Piñera- se mantenga en el convencimiento mayoritario de los beneficios de la libertad en esta materia.

-Las críticas apuntan a la baja participación.

Esto no quiere decir que no haya que hacer reformas para mejorar la participación. Ahí hay una agenda, que nosotros dejamos en el gobierno, lista para ser trabajada e implementada por el futuro gobierno y que va en la dirección de perfeccionar el padrón electoral, de fortalecer el rol del Servel, de facilitar los mecanismos de votación, por ejemplo, a través del voto adelantado, del voto electrónico, de perfeccionar el mecanismo de designación de los locales de votación, de aumentar -para acercar al ciudadano- los locales de votación. Hasta el momento no veo al gobierno trabajar en ese sentido.

-¿Ve algún impedimento práctico para poder revertir el voto voluntario?

Veo una posición bastante mayoritaria en la sociedad civil en favor del voto voluntario y creo que uno de los principales impedimentos va a ser la reacción de la sociedad civil. Vemos que hoy en día ha estado en el marco de un derecho internacional y es posible que se vaya a instancias globales a reclamar un retroceso como el que sería el consagrar el voto obligatorio. La otra dificultad práctica concreta es que esto requiere una reforma constitucional previa y, por lo tanto, un alto quórum de parte del Congreso.