La percepción ciudadana en torno a la gestión del gobierno de Sebastián Piñera en el tema de la delincuencia no tiene contento al oficialismo. Tienen claro que el resultado de la encuesta Adimark es un dulce para la oposición y, por lo mismo, el diputado Cristián Monckeberg, de Renovación Nacional, llamó a "no hacer panfleteo" del tema.

Por eso, mientras el diputado Felipe Harboe consideró que Piñera se había puesto "el parche antes de la herida" al señalar este lunes que "tal vez nunca vamos a ganar la batalla contra la delincuencia", el parlamentario oficialista consideró la frase como "de un realismo político importante".

"A diferencia de la Concertación, este gobierno no se siente acomplejado frente a la delincuencia y existe una decisión desde el primer día de combatirla y de mantener el orden público a como de lugar", explicó Monckeberg en diálogo con La Tercera.

A su juicio, "eso se reflejó fuertemente en este primer año y medio de gestión, entendiendo que es complicado, que es difícil y que habrá altos y bajos. La gran diferencia es que nosotros lo tenemos como prioridad, mientras que los gobiernos de la Concertación la combatían por la presión de los medios o por las encuestas".

-Hablando de encuestas, la última de Adimark no los deja bien parados en este tema, ¿a qué lo atribuye?

-Efectivamente, en este primer semestre del año, mi sensación es que hubo más delitos que el año pasado. No tenemos el dato duro, pero esa es mi sensación. Es una realidad, que está ocurriendo, pero este Gobierno está decidido a enfrentarlo con ideas y propuestas que están sobre la mesa.

-¿No se desprende de esa sensación que se estaría perdiendo esta batalla?

-Que exista en un primer semestre una sensación de mayor inseguridad no significa que perdamos la batalla, al revés, reafirma el convencimiento y este es un trabajo de largo aliento. No estamos acomplejados, estamos decididos a enfrentarlo y por eso existen la cantidad de acciones y medidas que se han puesto en marcha, como la mayor dotación policial o el aumento de las comunas que implementarán el plan cuadrante.

Monckeberg, en este sentido, también destaca que se ponga en marcha "la nueva institucionalidad, en forma bastante distinta a como lo quería el gobierno anterior. La dedicación que se le está otorgando al tema de la seguridad ciudadana es mucho mayor que antes. Y hay temas de fondo, como el respaldo que se le da a Carabineros en su accionar. Son señales importantes de un gobierno convencido".

-¿No ve una contradicción entre la promesa de cerrar la puerta giratoria de las cárceles y el proyecto de indulto presentado en marzo pasado?
-Que la gente se quede tranquila y que no se la llame a engaño o a panfleteo. Este proyecto de indulto lo que busca es despejar recintos penitenciarios de personas que no requieren la cárcel como medida sancionadora o para poder rehabilitarse. Y se está haciendo un distingo específico.

Y asegura que "en el indulto no van a quedar afuera reos peligrosos, no van a quedar afuera personas que cometen habitualmente delitos contra las personas o la propiedad. Es muy fácil salir diciendo que con la nueva ley de indulto vamos a dejar a cinco mil delincuentes en la calle. No creo que sea serio plantearlo así".

-El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, es quien lleva la batuta en el Ejecutivo en el combate a la delincuencia. ¿Cómo se interpretaría, en ese sentido, su posible salida del gabinete como se ha rumoreado esta semana?

-Los cambios de personas o autoridades no son la solución, sino que ésta pasa por el convencimiento a la hora de tomar decisiones y medidas a mediano y largo plazo, las cuales se han tomado y están en permanente revisión. No creo que eso dependa de un cambio de autoridad.

-Le insisto, ¿no significaría reconocer que la delincuencia está ganando esta batalla?
-Es que no tengo antecedentes de que se le vaya a sacar. Y no creo que sea una señal correcta el cambiar personas en un trabajo que es de mediano y largo plazo, más aún cuando se lleva tan poco tiempo y se han logrado grandes éxitos, porque pareciera que esto es el desastre total y se olvida que se han cumplido las metas de cuatro años en uno.