Afuera del Palacio de Belem, cientos de personas con poleras y banderas portuguesas se agolparon en las puertas desde donde pudieron ver a los jugadores cantar el himno nacional junto al presidente. El capitán, Cristiano Ronaldo, levantó el trofeo de la Eurocopa 2016 desde un balcón del palacio presidencial ante la multitud de hinchas.
El presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa, recibió a la selección y les otorgó el título de comendador, la principal distinción civil que se da en Portugal. El capitán del equipo, ataviado con una bandera de su natal Madeira, fue el último en recibir la distinción entre los aplausos de los presentes, entre ellos el primer ministro luso, António Costa, y los líderes de los principales partidos políticos.
"La orden del mérito no es la mayor condecoración que han recibido o que van a recibir: ésa fue dada por el pueblo portugués y está llena del orgullo y la gratitud por aquello que hicieron durante más de un mes por Portugal", dijo Rebelo de Sousa.
El presidente defendió el juego de la selección durante la Eurocopa y aseveró que la consecución del título no fue sólo cuestión de suerte."Hace un mes y tres días dije que son los mejores de Europa y mucha gente me dijo que son buenos pero tienen suerte. Ha quedado demostrado que no hay casualidad ni suerte y que no son un equipo cualquiera ni hubo otro equipo mejor", defendió el presidente luso.
Tras la recepción con el jefe del Estado, los futbolistas recorrerán los principales puntos de Lisboa a bordo de un autobús, que pasará por la céntrica plaza de Marqués de Pombal, la Avenida Liberdade, el Rossio y terminará en la Alameda Dom Afonso Henriques.
La última parada es el lugar donde durante todo el campeonato se proyectaron los partidos de la selección lusa. Ahí estará instalado un escenario desde el que los jugadores dirigirán un mensaje a los portugueses.