La Presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, tomó juramento hoy al nuevo jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, a los ministros de Economía, Amado Boudou, y Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Julio Alak, en el marco de la renovación del gobierno tras la reciente derrota electoral.
También prestó juramento el nuevo secretario de Cultura, Jorge Coscia, ex titular del Instituto Nacional del Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), en el acto celebrado en la Casa Rosada.
Asimismo, asumieron sus cargos el sucesor de Boudou en la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), Diego Bossio; y el reemplazante de Alak en la gerencia de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde.
Aníbal Fernández defendió la renovación ministerial en respuesta a la derrota del oficialismo en las recientes elecciones legislativas. "Si la gente votó de una manera determinada es porque evidentemente pide cambios de algunas políticas. Y nosotros tenemos que ser lo suficientemente hábiles para cambiar lo que consideremos correcto", afirmó.
Fernández fue intendente de la localidad bonaerense de Quilmes y trabajó junto al ex Presidente peronista Eduardo Duhalde (2002-2003).
Luego se sumó a las filas del kirchnerismo. Fue ministro del Interior de Néstor Kirchner (2003-2007) y ejerció hasta hoy como jefe de la cartera de Justicia y Seguridad del gobierno de Cristina Fernández. Durante ambas gestiones fue un férreo defensor del kirchnerismo y uno de sus habituales portavoces.
Ahora reemplaza en la Jefatura de Gabinete al desplazado Sergio Massa, quien regresa a su cargo de intendente de la localidad bonaerense de Tigre.
En tanto, el nuevo ministro de Economía cobró protagonismo como titular de la Anses durante el proceso de nacionalización del sistema privado de pensiones, que transfirió sus fondos a la entidad que se convirtió luego en principal fuente de financiación del gobierno.
Boudou es doctor en economía, de tendencia liberal, y ejerció dos años como secretario de Hacienda del partido de la Costa, en la provincia de Buenos Aires.
La Presidenta decidió mantener a dos de los más influyentes y cuestionados funcionarios de su gestión, el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, considerado el gestor de la manipulación de las estadísticas oficiales y de políticas económicas junto con el "hombre fuerte" del gobierno, Néstor Kirchner.
La oposición lanzó fuertes críticas a la renovación de gabinete, al que calificó de "maquillaje" político sin verdadero sentido de cambio en respuesta a la derrota en las elecciones legislativas, en las que perdió la mayoría en ambas cámaras del Congreso.
El diputado reelecto de la alianza del peronismo disidente y la centroderecha Unión-PRO, Francisco De Narváez, quien derrotó a Kirchner en la provincia de Buenos Aires en las elecciones del 28 de junio, aseveró que "el país necesita un cambio drástico de políticas, no de nombres".
"Mientras esté Néstor Kirchner al frente del gobierno, como está, nada va a cambiar, simplemente van a cambiar las caras, tal vez el tono del discurso, nada más", aseveró.
El presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) opositora, Gerardo Morales, consideró que el gobierno "está encerrado, se ve que no consigue gente".
"Si el gobierno anuncia que va a haber cambios en el Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos) y que va a sincerar los datos de la economía, con ministros que tengan autonomía real, seguramente va a conseguir gente. Si no, va a terminar haciendo enroques con los mismos actores, esto es puro maquillaje", sostuvo.
La diputada electa del Acuerdo Cívico y Social (ACyS) opositor Margarita Stolbizer, afirmó que el nuevo jefe del Palacio de Hacienda representa "el más claro neoliberalismo de la década del 90".
Boudou también fue cuestionado por el gobernador de la provincia patagónica de Chubut, el peronista Mario Das Neves, quien aseguró que el nuevo ministro será "funcional" al polémico secretario de Comercio Interior.
El diputado electo por el izquierdista Proyecto Sur Fernando "Pino" Solanas también se sumó a las críticas. "Si el gobierno busca credibilidad, con estos dos ministros creo que va en la dirección contraria", aseguró.