En su visita a China en busca de inversiones, la presidenta argentina, Cristina Fernández, bromeó, este miércoles, en su cuenta de Twitter sobre la pronunciación de los chinos al responder a las críticas de sus opositores sobre la presencia de adherentes en sus actos oficiales.
La mandataria hizo referencia a los centenares de empresarios que participan del foro de negocios entre ambos países, en respuesta a comentarios de líderes de la oposición, suelen atribuir al movimiento juvenil de militantes del partido de Gobierno, "La Cámpora", la asistencia masivas a los eventos de Fernández.
"Más de 1.000 asistentes al evento ... ¿Serán todos de "La Cámpola" y vinieron sólo por el aloz y el petlóleo? ...", escribió Fernández en su cuenta de Twitter, cambiando la letra "r" por la "l", aludiendo a la pronunciación de los chinos.
"Sorry, ¿sabés qué? Es que es tanto el exceso del ridículo y el absurdo, que sólo se digiere con humor," agregó la presidenta.
Fernández ha seguido usando las redes sociales para emitir sus comentarios desde que arribó a China para firmar multimillonarios acuerdos comerciales y de infraestructura.
En las últimas semanas, Fernández escribió dos cartas en Facebook para dar a conocer sus hipótesis sobre la muerte sorpresiva del fiscal Alberto Nisman, que investigaba el atentado terrorista contra una mutual judía en Buenos Aires en 1994.
Nisman apareció muerto con un tiro en la cabeza en su departamento el 18 de enero, cuatro días después de haber presentado una denuncia contra Fernández y otros miembros de su Gobierno por encubrimiento de los acusados iraníes del atentado.
La presidenta pasó de sospechar acerca de un posible suicidio del fiscal a asegurar que no fue un suicidio, lo que motivó críticas de autoridades judiciales y de miembros de la oposición.
En respuesta, Fernández sostuvo en un mensaje por cadena nacional que ella goza, al igual que los demás ciudadanos, del derecho a la libre expresión más allá de su rol de presidenta, y que por ello comunica también a través de Twitter.
"Ella hace el chiste como lo haría cualquier ciudadano", dijo a Reuters el analista político Carlos Fara.
"La presidenta persiste en el tono desenfadado, descontracturado, le habla a la audiencia local, a su propio público, al que le puede sonar entre gracioso, empático o indiferente", señaló Fara.
"La Cámpola" se convirtió rápidamente en una de las expresiones más utilizadas en Twitter e incluso se creó un usuario bajo ese nombre. Algunos seguidores festejaron su broma y otros la criticaron.
"Estuviste en China y hacés 'chistes' totalmente xenófobos. Muy bien, felicitaciones", le respondió un usuario.