Cristina K quiere dejar en el pasado el enfrentamiento con Tabaré Vázquez
En el primer período presidencial del uruguayo, Buenos Aires y Montevideo libraron una fuerte batalla por unas papeleras.
Con el triunfo de Tabaré Vázquez, Uruguay se transformó de un momento a otro en un factor de la campaña argentina para las elecciones presidenciales de octubre próximo. Y en ese marco fue que el Presidente electo uruguayo recibió el llamado de la mandataria Cristina Fernández, la visita del gobernador de la provincia de Buenos Aires Daniel Scioli y el saludo del precandidato socialista Hermes Binner.
Precisamente uno de los desafíos que tendrá Vázquez - como siempre ha sido para los gobernantes uruguayos- será conducir de la mejor forma unas espinosas relaciones con Buenos Aires. Algo que se transformó en batalla legal y verbal en el anterior período de Tabaré por la instalación de unas papeleras en las orillas de un río fronterizo, caso que llevó a ambos países incluso al tribunal internacional de La Haya.
Desde Argentina, Cristina Fernández ya dio señales de querer dejar en el pasado esa pelea. En el año que le queda en la Casa Rosada buscará mejorar el vínculo con Uruguay, según sostuvieron fuentes de la sede presidencial argentina citadas por el diario transandino La Nación. "No será sencillo romper con una historia plagada de desencuentros", dijo el funcionario. Sin embargo, la antipatía más fuerte era entre Tabaré Vázquez y el fallecido Néstor Kirchner, por lo que Cristina Fernández podría apostar al pragmatismo y estrechar ese vínculo tal como lo hizo con el cardenal Jorge Mario Bergoglio (con quien Kirchner estuvo enfrentado) cuando se convirtió en el Papa Francisco.
Así, al llamado telefónico, la Presidenta escribió en su cuenta de Twitter: "Felicitaciones a su Presidente electo (de Uruguay), Tabaré Vázquez, con quien me comuniqué hace un rato para enviarle los saludos del pueblo argentino".
En todo caso desde Uruguay algunos analistas consideran que la relación con el país vecino no mejorará, ya que incluso fue tensa con José Mujica en la Presidencia. Aun están pendientes aspectos como el conflicto de la papelera, las obras de dragado del río Uruguay y las trabas comerciales que impuso Argentina.
"Creo que la relación se va a mantener, como hasta ahora: mala. En este momento y desde hace varios meses Argentina ha impedido que todos los embarques que paran en el puerto de Montevideo puedan pasar por el puerto de Buenos Aires, o al revés, para ir a Buenos Aires tienen que no pasar por Montevideo. La guerra de puertos está en plena vigencia porque los Kirchner han resuelto: nada para Uruguay en esa materia. Creo que eso no va a cambiar con la asunción de Vázquez y eventualmente puede cambiar con un nuevo gobierno en Argentina", dijo a este diario, desde Montevideo, Claudio Paolillo, director del semanario Búsqueda.
Fruto de la campaña electoral que se avecina en Argentina fue la llegada a Montevideo de Daniel Scioli para saludar en persona a Tabaré Vázquez. El precandidato oficialista (aunque es aliado de la Presidenta Fernández, no comulga con parte del kirchnerismo) habría apostado a enviar al electorado la señal de que "la continuidad de un color político en el poder como en los casos de Uruguay o Brasil también podría darse en Argentina", según escribió Martín Dinatale, de La Nación.
Desde el arco opositor transandino también se buscó el apoyo de Tabaré Vázquez. El precandidato de la coalición Unen, Hermes Binner, ex gobernador de la provincia de Santa Fe, con su saludo al Presidente electo buscó remarcar las coincidencias entre el Frente Amplio, la alianza política uruguaya en el poder, y el socialismo que él encarna en Argentina.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.