La Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, quien se postula a la reelección por el peronista Frente para la Victoria (FPV), se mostró reconfortada por la amplia victoria que obtuvo en las primarias de ayer, donde obtuvo el 50,07% de los votos.
Desde la Casa Rosada afirmó que interpreta su triunfo "como un reconocimiento a la gestión, al trabajo". "Creo en el voto positivo. Creo que la gente valora la capacidad de los dirigentes para dar una respuesta. Yo me he roto el alma durante cuatro años y él (su esposo y antecesor, el fallecido Néstor Kirchner), se la rompió durante ocho años", expresó.
La mandataria destacó en tanto que en las primarias se "ha batido un récord de concurrencia electoral", con el voto del 77,82% del padrón habilitado. "Vi a la gente ir a votar con alegría", manifestó la mandataria, acompañada por su compañero de fórmula, el ministro de Economía Amado Boudou.
Destacó en ese sentido la importancia de estas inéditas primarias abiertas, simultáneas y obligatorias. "Es un salto cualitativo muy importante que permite la apertura de los partidos políticos a los ciudadanos, quienes definieron quienes van a ser los candidatos" que se presentarán en las elecciones generales de octubre.
El triunfo en las primarias, con una ventaja de casi 38 puntos porcentuales sobre los opositores mejor posicionados, el radical Ricardo Alfonsín y el peronista disidente Eduardo Duhalde, allanó el camino a la jefa de Estado para su reelección en octubre.
"La campaña va a ser trabajar, no hay mejor campaña que trabajar", subrayó Fernández de Kirchner, quien reiteró su compromiso por "el trabajo y el esfuerzo".
La Presidenta se negó en tanto a interpretar su triunfo en distritos como la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Santa Fe, donde pocas semanas atrás el oficialismo fue derrotado en las elecciones distritales. "No es un análisis que le corresponda a la presidenta. Acá se han hecho muchas interpretaciones. Hay una sociedad que votó una gestión de gobierno que viene desde 2003, con errores y aciertos, con marchas y contramarchas", respondió.
ANALISTAS
La estabilidad económica y la debilidad de los opositores son la clave del triunfo arrasador de Fernández. Su triunfo muestra que aunque puede haber argentinos que no se identifican con el gobierno, "prefieren a Cristina ya que no encuentran otro dirigente con un proyecto de gestión alternativo", dijo a la agencia AP Roberto Bacman, director del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP).
La mandataria consideró que en Argentina se implementan medidas acertadas desde 2003, cuando asumió la presidencia, Néstor Kirchner, quien gobernó hasta 2007. Durante los ocho años de mandato de los Kirchner la economía mantuvo un crecimiento promedio del 8% anual.
"Distintos indicadores muestran que los votantes están bastante contentos con el 'status quo' y que hay poca demanda para que haya un cambio", dijo Daniel Kerner, analista del Grupo Eurasia de Nueva York. Ningún candidato de la oposición va a surgir "como un competidor serio" de cara a las presidenciales, agregó.
Bacman indicó que el apoyo a Fernández también se fundamentó en que su gobierno supo cómo sortear la crisis financiera de 2008 y 2009. "Ahora hay una situación económica controlada, la gente está contenida, puede consumir", dijo el analista.
Con su voto, el electorado también ha respaldado medidas de la presidenta muy cuestionadas por la oposición, como el pago de la deuda con reservas internacionales del Banco Central, señaló Bacman. La inflación y la inseguridad, reconocidas como grandes preocupaciones por los argentinos, no pesaron en el ánimo a la hora de emitir el voto.
DURA TAREA PARA LA OPOSICION
Analistas consideraron improbable que los opositores puedan rearmarse electoralmente para el 23 de octubre. Dicen que es difícil que Duhalde o Alfonsín acepten la posibilidad de renunciar a presentarse en las generales para brindar su apoyo al otro, entre otras razones porque los votantes de ambos no son afines. Además, por ley ya no es posible crear alianzas electorales para competir en las presidenciales.
Existe la "percepción" en la sociedad de que "la elección presidencial ya ha sido definida", dijo Kerner. Esto significa que a no ser que se deterioren las condiciones económicas y sociales en el tiempo que resta hasta el 23 de octubre, Fernández es "claramente" favorita. La presidenta defiende su modelo que considera de inclusión social y que sin embargo, según sus críicos, se basa en una economía subsidiada y en el gasto excesivo.