La Presidenta de Argentina Cristina Fernández encabezó en Ushuaia el acto central en conmemoración de los 30 años de la guerra de las Malvinas. En la Plaza Islas Malvinas, junto a un monumento conmemorativo y acompañada por el vicepresidente Amado Boudou, los miembros de su gabinete y autoridades locales, entre ellas, la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, la mandataria trasandina pronunció un duro discurso en que pidió "justicia, memoria y verdad", en medio de la tensión que persiste con Reino Unido.
"Eso me decía él siempre, que era una Presidenta malvinera", fueron las primeras palabras de Fernández recordano a su marido el fallecido Presidente Néstor Kirchner.
En directa alusión a Reino Unido y su premier David Cameron, Cristina K remarcó que la decisión de ocupar Malvinas no fue del pueblo argentino, "como pretende hacer creer Reino Unido. "Tampoco teníamos libertad los argentinos" y dijo que "habían detenidos y desaparecidos", en alusión a La Junta Militar que fue quien endefinitiva mandató la acción bélica.
Agregó que "es una injusticia que en pleno siglo XXI existan enclaves coloniales a 16 kilómetros de aquí". "Hay solamente 16 en todo el mundo, diez de ellos del Reino Unido", afirmó la gobernante, quien agregó que (los británicos) "pretenden dominio a más de 14 mil kilómetros de ultramar".
"Reclamamos también que no sigan depredando nuestro miedio ambiente y recursos naturales, justicia para que se respeta la soberanía". En esta línea Fernández dijo: "Reclamamos diálogo para discutir la soberanía, respetando el interés de los isleños". "La guerra no se debe conmemorar, las guerras sólo traen dolor y odio", aseguró. Y señaló: "No queremos cascos ni tambores de guerra; los únicos cascos que queremos son los de los trabajadores".
La mandataria dijo que "esta no es una historia que el año que viene va a cumplir 180 años de usurpación". Además pidió la intervención de la Cruz Roja para identificar a los soldados que murieron y que sus cuerpos aún no son identificados, tanto argentinos como británicos.
Reclamó justicia por la ocupación británica y en ese marco se quejó al sostener que "hay resoluciones de primera y segunda" en las Naciones Unidas. "No es posible que solo puedan violar las leyes los países que son poderosos y están sentados en el sillón del Comité de Seguridad" de la ONU, manifestó.
"Jamás habrá derechos internacionales hasta que todos y cada uno de los países que integran las Naciones Unidas respeten todas y cada una de sus resoluciones, porque parece ser que hay resoluciones de primera y de segunda", destacó la mandataria, en referencia a la resolución 2065 de la ONU, alcanzada en 1965, que demanda que Buenos Aires y Londres se sienten a negociar por las islas, instancia a la que se niega el Reino Unido.