La estatua de Cristo Redentor de 38 metros de alto que corona el cerro del Corcovado de Río de Janeiro, y que se convirtió en uno de los mayores símbolos de esta ciudad brasileña, fue oficialmente declarada hoy como Patrimonio Histórico y Artístico de Brasil.

El decreto que inmortaliza al Cristo Redentor, la gigantesca estatua blanca de cemento armado que representa a Jesús de brazos abiertos hacia Río de Janeiro, fue publicado hoy en el Diario Oficial de la Unión.

La decisión del Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan) compromete al Estado eternamente con el mantenimiento de la estatua e impide que el monumento sufra alguna modificación estructural.

La decisión se produce dos años después de que el Cristo Redentor fue declarado una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo por una encuesta mundial, junto a monumentos como la muralla china, Petra (Jordania), Machu Picchu (Perú), Chichen Itza (México), el Coliseo de Roma y el Taj Mahal (India).

La estatua del Cristo Redentor, una da las principales atracciones turísticas de Río de Janeiro y casi un símbolo de la ciudad junto al cerro del Pan de Azúcar, viene siendo sometida en los últimos meses a una intensa remodelación que incluye impermeabilización, eliminación de filtraciones, reestructuración del piso y mejora en el revestimiento de la cabeza.

MONUMENTO HISTORICO
Las obras, financiadas por el Estado, fueron solicitadas por la Mitra Diocesana de Río de Janeiro, que es la propietaria del monumento, que recibe anualmente a cerca de 700.000 turistas.

El Cristo Redentor, inaugurado en 1931, ya había sido sometido en 2002 a otra serie de mejoras, que incluyó la instalación de escaleras mecánicas y nuevos elevadores y la optimización de las instalaciones en la base, que albergan tiendas y restaurantes.

El monumento fue construido en la cima del Corcovado, un cerro que se eleva a 710 metros de altura y que divide por completo a Río de Janeiro en dos partes, por lo que el Cristo es un mirador privilegiado para los turistas.

Su construcción fue una iniciativa de la Iglesia Católica con ocasión del centenario de la Independencia de Brasil, en 1922, aunque el monumento apenas fue inaugurado el 12 de octubre de 1931.

El proyecto escogido, del ingeniero Heitor da Silva Costa, inicialmente preveía la estatua de un Jesucristo con una cruz en la mano derecha y el mundo en la mano izquierda pero fue modificado para que tuviera mayor visibilidad.

La obra, de más de mil toneladas, fue considerada como "hercúlea" debido a que fue erguida sobre una base en la que casi no cabía el andamio y en un local aislado al que apenas se podía llegar caminando o en mulas y expuesto a fuertes vientos.