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Crítica de cine: La Era de Hielo 3

Más superficial y efectista que las anteriores, pero las sobrepasa como diversión pura y cristalina.

El lema "todos para uno y uno para todos", que propugnaron las dos primeras partes de La era de hielo, permite entender el afecto y las añoranzas que estas películas animadas provocan en los espectadores. Ese engrandecimiento certero de la amistad y del comunitarismo, algo extraviado o enturbiado en el cine infantil del último tiempo, a excepción de los filmes Disney-Pixar, sigue presente, pero ahora con una animación más sofisticada y, mejor aún, una aventura más desatada.

Disfrutando de congelados espacios después de los deshielos que sufrieron en el episodio anterior, el mamut Manny espera un bebé junto a su pareja, Ellie, por lo que su habitual compostura se deshace en una exagerada preocupación por ella. Este sentimiento ha hecho que Diego, el dientes de sable, no se sienta parte de la manada y quiera irse a buscar su propio rumbo, algo que está lejos de la cabeza de Sid, el más tonto, pero el más consciente de que sólo la unión los hace fuertes. El entusiasmo hace que este perezoso adopte (o más bien robe) unos huevos de tiranosaurio.

A partir de ese momento, la aventura corre a pasos agigantados, porque obviamente la madre dinosaurio aparece y, con ello, las persecuciones y los caminos riesgosos hacia el subsuelo.

Un acelerador a fondo, una diversión pura y cristalina que sobrepasa a las anteriores historias. Una de las ventajas es que los personajes ya están hechos y derechos, maduros, y que poseen un fondo emocional. La novedad es el gracioso e hiperventilado Buck, una comadreja tuerta, mezcla de Indiana Jones con Tarzán. Todo, sin dejar de lado el drama paralelo de la ardilla y la nuez imposible, que viene con romance incluido.

Con este panorama, se podría calificar esta tercera entrega de más superficial y efectista que las anteriores, pero como en las piscinas de poca profundidad, los niños son los que mejor chapotean en ella y estos monos animados no tienen complejos  para sacudir los sentidos de ellos.
Al final, hay ciertos mensajes de unión familiar que alargan innecesariamente el filme y que incluso resultan insípidos frente al grito descomunal de un dinosaurio. Pero pedirle más a La era de hielo 3 resulta tan absurdo como someterla al análisis de historiadores y paleontólogos.

Director: Carlos Saldanha.
Género: Animación.
País y año de producción: Estados Unidos, 2009.
Sitio Oficial: www.laeradelhielo3.com
Duración: 94 minutos.
Calificación: TE

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