La pelaron en su país de origen: dijeron que Sex drive era una comedia adolescente más, y punto. Y será entonces la traducción cultural, o tan sólo las veleidades del humor, pero a este redactor le pareció que la película de Sean Anders le aporta a un género especialmente complicado ideas, personajes, cero temor a la estupidez y mucho sentido del ridículo, además de una actitud adolescente que no se compra en la farmacia.

La historia es la de Ian, dieciochoañero que conserva aún su virginidad y no por cosa de principios. Prendido como anda, se entusiasma con una amiga en el chat y le promete ir a verla, que no es cerca, con el propósito de "concretar". Así es como se va por la carretera, manejando el auto del hermano insoportable, pero no andará solo: lo acompañan su mejor amigo, un tipo cínico y encantador, y su mejor amiga, que introduce en la película ese mix ochentero de inocencia y curiosidad romántica (tipo Molly Ringwald). Lejos de la perfección y no muy complicado por ello, Anders se anota, a punta de gags visuales y chistes de los que hacen daño, un triunfo nada desdeñable en un territorio donde pocos clavan la bandera con mucha dignidad.
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Director: Sean Anders.
Con: Josh Zuckerman, Amanda Crew, James Marsden y Seth Green.
Duración: 109 minutos.
Género: Comedia.
Producción: Estados Unidos, 2008.
Calificación: Mayores de 14 años.