11 de febrero: En varios atentados suicida en la capital Kabul mueren al menos 26 personas.

16 de marzo: Un atacante suicida causa la muerte de nueve policías y dos civiles al atentar contra una unidad antidrogas de la policía en la provincia sureña de Helmand. Además, en Helmand fallecen dos soldados británicos en un atentado. En un ataque contra una estación policial en la vecina provincia de Farah mueren un policía y el atacante suicida.

25 de marzo: En un atentado en la provincia oriental de Jost fallecen al menos 10 civiles cuando su autobús pasa por una trampa explosiva.

26 de marzo: Un combatiente talibán mata en el sur de la provincia de Helmand a nueve policías, aunque los extremistas cifran los decesos en 11.

4 de mayo: En atentados y un ataque en las provincias de Laghman y Sabul mueren al menos 27 personas, entre ellas, dos niños.

10 de mayo: En varios atentados de bomba en el este y sur del país fallecen al menos 18 personas.

22 de junio: En un doble ataque en Jost mueren ocho civiles. Otro atentado suicida en Kandahar deja tres soldados afganos muertos.

9 de julio: Por la detonación de una autobomba en un mercado situado 30 kilómetros al sur de Kabul mueren 25 personas, entre ellas, escolares. El explosivo estaba oculto en un camión volcado, bajo una carga de madera.

19 de julio: En un atentado con bomba en la provincia de Farah fallecen al menos 11 personas en un minibús, al detonar explosivos ocultos al borde del camino.

3 de agosto: En el tráfico matutino en la ciudad occidental de Herat explota una bomba y al menos 10 personas mueren, entre ellas, dos policías. Uno de los aproximadamente 30 heridos es el jefe policial del distrito de Andshil, blanco del ataque.

13 de agosto: En combates y atentados en el sur y norte del país fallecen 25 personas. Entre los muertos hay 11 civiles, tres niños, un soldado de la ISAF, dos policías y ocho combatientes talibanes.

15 de agosto: Cinco días antes de los comicios presidenciales, un atacante suicida se hace estallar en el centro de Kabul frente al cuartel general de las fuerzas internacionales de la ISAF, y causa la muerte de al menos siete civiles afganos.