La Superintendencia de Salud informó este viernes que el 51% de los usuarios de isapres, es decir 1.748.548 personas, no registrarán alzas en sus planes, luego de que Masvida, Vida Tres, Banmédica y Optima resolvieran congelar las tarifas. En cambio, sí subirán los precios Cruz Blanca (7,6%), Colmena (6,7%) y Consalud (5,9%), lo que afectará a 1.678.643 beneficiarios, promediando un reajuste del 3,8% en el sistema.
Según cifras de la autoridad, Cruz Blanca -que aplicará la mayor alza-, es además la que obtuvo más utilidad en 2016, con $ 11.952 millones. Colmena, el segundo reajuste, logró el tercer lugar en ganancias, con $ 9.668 millones, mientras que Consalud, la tercera en subir los precios, se ubicó penúltima en rendimiento con $ 5.568 millones
Al respecto, Cruz Blanca sostuvo que el año pasado se destinaron $ 656.939 en promedio por asegurado en atenciones de salud, es decir, un alza del 8,6% respecto de 2015. "Ante esta realidad y considerando la proyección de la demanda por prestaciones de cada período, se hace necesario revisar los valores anualmente y, en este caso, reajustar los precios base de los planes". Añadieron que el año pasado la siniestralidad llegó a un 97% por mayor uso de prestaciones y licencias médicas.
Desde Colmena, argumentaron que al aumento de los costos en salud y el gasto asociado a la judicialización, como causas del reajuste, se suma la "falta de voluntad política para generar una nueva regulación que termine con la incertidumbre y garantice a futuro el acceso a la salud".
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Sobre la alzas, Héctor Sánchez, director de la Escuela de Salud Pública de la U. Andrés Bello, sostuvo que "las isapres que suben el precio de esta manera es porque no están dispuestos a cambiar el modelo de negocio que han tenido toda su historia, que es reembolsar los gastos de afiliados, no hacer estrategias profundas de control de costos y, en cambio, traspasar los incrementos de demanda a precio". Añadió que "esta estrategia, si bien genera rentabilidad en el corto plazo, no es viable en el tiempo, pues las personas disponibles a pagar son los más viejos y más riesgosos (usuarios cautivos) y así se produce una antiselección de la cartera de afiliados".
Víctor Zárate, director de Medicina de la U. San Sebastián, sostuvo que "frente a las últimas ganancias de las isapres, por sobre $ 51 mil millones, no se justifican las alzas, se entiende que debieran controlar los costos". Agregó que "es poco entendible lo que ocurre con Cruz Blanca, porque se supone que al tener mayor utilidad, deberían tener cubiertos sus gastos operacionales".
Alza cero
El superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, dijo que "cuando se ven las isapres que no van a alzar precios, se ve un esfuerzo de contención de costos, de no traspasarlos a sus afiliados, y cumplir el rol que les corresponde".
Para Víctor Salas, economista de la U. de Santiago, "no elevar precios tiene que ver con que las isapres van a tratar de enfrentar con más eficiencia los costos, esperando ver hacia dónde se va a mover el proceso, en año electoral y con una próxima reforma". Agregó que "no elevar precios es una estrategia momentánea, pero sujeta a la sobrevida del sector".
En tanto, Luis Romero, ex superintendente de Salud, sostuvo que "la cantidad de juicios hace que la rentabilidad de reajustar disminuya por las costas que tienen que pagar las isapres, por eso algunas prefieren no reajustar y ahorrarse las costas, pero quedan con valores no realistas de los precios de los planes, como lo que pasó con Masvida, que al no subir precios por mucho tiempo, quedó con valores que no alcanzan a cubrir los costos".