Claramente uno de los géneros más populares de los videojuegos es el de guerra. Sagas como Call of Duty o metal gear Solid generan millones en ganancias tras cada lanzamiento, y el realismo gráfico impuesto en la serie sólo es superado por las misiones dentro del título, cada una con un nivel de violencia pocas veces antes visto.

Es por ello que la Cruz Roja está liderando una iniciativa que tiene que ver con incluir castigos a los videojugadores que incurran en los llamados crímenes de guerra, es decir que violen el tratado de Derecho Internacional Humanitario durante un conflicto bélico. ¿Y qué quiere decir esto? Genocidios, asesinatos de civiles, tortura y maltrato a prisioneros, entre otros.

De acuerdo a la Cruz Roja, la idea es solicitar a las compañías desarrolladoras que consideren las normativas existentes en conflictos reales para aplicarlos a los videojuegos bélicos. ¿La razón? Los títulos representan escenas de batalla que dificultan al usuario separar la ficción de la realidad.

Así, la propuesta no sólo incluye a los desarrolladores sino a los jugadores, que podrían ser penalizados de forma virtual con límite en la descarga de contenido, o acciones similares.

FUENTE: BBC