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Cuando entrar a la universidad implica dejar el hogar

Con el inicio de clases muchos universitarios preparan sus cuadernos, pero también sus maletas para trasladarse a la ciudad donde se encuentra la universidad que escogieron para iniciar sus estudios superiores.

Para quienes escogieron estudiar una carrera universitaria lejos de su ciudad, existen varias alternativas para vivir, como arrendar un departamento o casa con otras personas, residenciales exclusivas para estudiantes o las tradicionales piezas individuales o compartidas en casas particulares

David Saavedra Peranchiguai tiene 17 años, es de Santiago y este año ingresó a ingeniería en ejecución de recursos naturales en la Universidad Austral. En su caso, apenas supo que estudiaría en Valdivia, comenzó a buscar dónde vivir, decidiendo hacerlo en la casa de una familia conocida.

No conocía la ciudad, por eso su padre, Alejandro Saavedra, decidió acompañarlo para que se instalara en su nuevo hogar. Dice que el cambio fue radical desde el primer día, ya que  se bajó del bus a las 09.00, dejó sus bolsos y a las 09.30 hrs. se encontraba en clases.

David  por estos días, espera que "pueda acostumbrarme al clima extremo, no extrañar tanto a mi familia, adaptarme a la universidad y sobretodo, aprender a estar lejos de mi polola que también ingresó a la universidad, pero en Santiago". 

El caso de David es similar al de cientos de estudiantes, ya que por años las residencias familiares han sido una de las opciones preferidas por los padres, porque son la alternativa que les entrega más seguridad, sobre todo, cuando por ser la primera vez que sus hijos viven fuera del hogar.

Ingrid Abarzúa, es de Temuco y desde hace dos años acondicionó su casa para hospedar a universitarios, trabajo que enfrentó cuando a su hijo le tocó entrar a la educación superior. Dice ser aprensiva y por lo mismo está muy comprometida con el bienestar de quienes llegan a su casa, ya que más allá de percibir un ingreso, como madre entiende que los chicos, forma en que se refiere a sus inquilinos, necesitan vivir cómodos para rendir en sus estudios.

Hasta ahora ha hospedado a 32 estudiantes, hombres y mujeres, futuros odontólogos, traductores, profesores, entre otras carreras. Asegura que todos son tratados con el mismo cariño, pero también deben respetar normas como no fumar ni beber alcohol dentro de la casa, respetar los espacios de los demás, mantener las puertas de acceso bien cerradas, no ingresar mucha gente a la casa. En general, mantener una buena convivencia.

"Hasta el momento tengo muy buenas experiencias y muy buenos recuerdos, los chicos que han estado en mi hogar son muy bien educados, con buenos valores". Señala Ingrid respecto a la experiencia.

Helmuth Brant, el año 2007 debió dejar Linares para estudiar ingeniería civil industrial en Santiago. Como no tenía familiares en la ciudad, lo primero que se le ocurrió fue arrendar un departamento con amigos, pero la idea no resultó ya que nunca lograron organizarse.

Al recordar cómo fue su experiencia aconseja "nunca dejar este trámite para última hora, que fue lo que yo hice, llegó marzo terminé en el primer lugar que encontré, cerca de universidad y que fuera económico, pero al año tuve que partir porque mi pieza era muy pequeña. Hay que hacerlo con tiempo porque los primeros meses se debe aprender a estar lejos de la familia, acostumbrarse a las personas con las se convivirá y a eso se le suma la propia universidad".

Para quienes aún no han iniciado esta búsqueda, el sitio web Universia renovó su sección de Alojamiento Universitario  (http://alojamientos.universia.cl ), que incluye alternativas para hospedarse a lo largo del país. Este buscador dispone de información detallada y fotografías de las distintas ofertas, con búsquedas por precio, comuna, tipo de propiedad, número de dormitorios o baños, entre otros antecedentes.

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